- mayo 30, 2013
Normalmente la “dulce espera” no resulta siempre muy dulce, tiene sus días buenos y malos. Un caso muy específico es el edema o hinchazón de los pies, piernas y hasta las manos, eso ocurre cuando se acumula demasiado liquido en los tejidos. Y dentro de todo es normal cierto grado de hinchazón durante el embarazo porque estás reteniendo más líquido.
Tu útero que cada vez es más grande, ejerce presión en las venas pélvicas y en la vena cava (la vena más grande que está en el costado derecho del cuerpo, y que transporta la sangre desde las extremidades inferiores hasta el corazón). La presión del útero hace que la sangre que vuelve de tus piernas hacia el corazón circule más despacio, y esto hace que el fluido de las venas se retenga en los tejidos de los pies y tobillos.
Es por eso que la hinchazón suele darse con más frecuencia durante el tecer trimestre. Esta condición puede ser particularmente severa en mujeres con embarazo múltiple o exceso de flujo amniótico. El edema además suele empeorar al final del día y durante el verano.
Una vez que nazca tu bebé, la hinchazón desaparecerá bastante rápido, a medida que tu cuerpo elimine el exceso de líquido. Seguramente los primeros días después del parto sentirás la necesidad de orinar con más frecuencia y sudarás mucho.
Pero, ¿cuándo debería de preocuparte?
- Llamá o consultá con tu doctor si tenés hinchazón en el rostro o alrededor de los ojos, hinchazón pronunciada en las manos, o hinchazón excesiva en los pies o tobillos. Esto podría ser un signo de preeclampsia, una enfermedad grave.
- Otro motivo para que acudas a tu médico es cuando notas que una de tus piernas está más hinchada que la otra, o si presentás algún dolor o molestia en la pantorrilla o el muslo. Esto podría ser una señal de un coágulo sanguíneo u otra condición grave.
Dentro de todo recordá que es normal que tengas algo de edema en los tobillos y los pies durante el embarazo. También es posible que presentes una leve hinchazón en las manos.
¿Qué hacer para disminuir la hinchazón?
- Recostate de costado, eso te ayudará a aliviar el aumento de presión en las venas. Dado que la vena cava está en el lado derecho del cuerpo, es mejor que te acuestes sobre el lado izquierdo.
- Poné los pies en alto siempre que puedas. En el trabajo, resulta útil tener una sillita o una pila de libros o revistas debajo del escritorio.
- No cruces las piernas o tobillos mientras estás sentada.
- Estirá las piernas con frecuencia cuando estés sentada: estíralas hacia delante y flexiona suavemente los pies hacia arriba para estirar los músculos de la pantorrilla. Gira los tobillos y mueve los dedos de los pies.
- Toma descansos frecuentes de la posición de sentada o parada. Una caminata corta en periodos regulares te ayudará a que la sangre circule bien.
- Usa calzado cómodo que se amolde a la hinchazón.
- No uses medias que aprieten los tobillos o las pantorrillas.
- Probá unas medias de soporte hasta la cintura diseñadas para embarazadas. Póntelas por la mañana, antes de levantarte, de manera que no haya posibilidad de que la sangre se acumule alrededor de los tobillos.
- Tomá mucha agua. Aunque resulte sorprendente, esto hará que tu cuerpo retenga menos líquido.
- Realizá actividad física con regularidad, especialmente caminatas, natación o pedaleo sobre una bicicleta de ejercicio. O bien, intenta tomar clases de aeróbic acuático: la inmersión en el agua puede ayudarte a reducir temporalmente la hinchazón, particularmente si el nivel del agua está casi a la altura de tus hombros.
- Aliméntate bien y evita la comida chatarra.
- Procura que la hinchazón que estás experimentado no te deprima. Aunque el aspecto de los tobillos hinchados no te agrade mucho, recuerda que el edema es una condición temporal que desaparecerá al poco tiempo que nazca tu bebé.
Fuente: espanol.babycenter.com