- septiembre 12, 2014
La participación de la sociedad junto con la ayuda de los medios de comunicación fueron un factor muy importante para que actualmente sea tan tratado un tema que siempre ha estado presente, el acoso o violencia silenciosa.
Por Nathy Presentado
natahlia-presentado@sd.com.py
La violencia intrafamiliar o intraescolar ha existido desde tiempos inmemoriales y se da entre alumnos, vecinos, en todos los niveles, en todas las escuelas, y sin distinción de géneros. No hay primaria ni secundaria donde no se registre el abuso del fuerte sobre el débil, del menos aplicado sobre el aplicado y con expresiones que tienen un amplio abanico: insultos, amenazas, burlas, violencia física, robo, etc.
El bullying implica una repetición continuada de los acosos, burlas y agresiones físicas que se puedan dar provocando la exclusión social de la víctima con el objetivo de someterlo y asustarlo. En algunos casos, las víctimas han llegado incluso al suicidio.
Paraguay cuenta con una Ley que trata sobre el acoso o «bullying» (4.633/12) y cuya finalidad es prevenir, disciplinar y aleccionar. El caso puede llegar al fuero penal, especialmente cuando la situación se agrava constituyéndose en un delito. De hecho, adolescentes a partir de los 14 años ya son penables ante nuestra ley, pero con un tratamiento especial, menciona Última Hora.
En setiembre de este año, Paraguay registró la primera condena de bullying, que sentó jurisprudencia sobre el tema.
El caso tuvo como protagonistas a dos hermanas de 16 años que fueron declaradas culpables de acosar a una compañera de colegio. El proceso había iniciado el 8 de marzo de 2013 y en el juicio, se presentaron estudios psicológicos practicados a la víctima.
El acoso o bullying siempre existió y hasta cierto punto, pasó desapercibido; pero a raíz de suicidios registrados incluso a nivel mundial, ganó notoriedad. Ella conversó con la psicóloga clínica Romina Geli sobre la responsabilidad del comportamiento agresivo de los más jóvenes.
¿Es la familia la culpable de la conducta conflictiva de su hijo?
Te cambio la palabra «culpable» que deja una sensación a castigo porque me porte mal, por la palabra «responsable» y si, así sí, por eso creo desafortunado que la justicia intervenga porque los padres son los responsables de criar y crear a su hijo, de proveerlo y de guiarlo en la vida hasta su vida adulta, es la responsabilidad de los padres criar un hijo sano e integrado para si mismo y para la sociedad.
¿Qué consecuencias psicológicas acarrea el bullying para agresores y para víctimas?
La personalidad se forma en la edad escolar, los traumas moldean la personalidad, en el caso del acosado queda un sensación de víctima y en el acosador le queda una sensación de que esta bueno ejercer poder sobre los otros. Ahora, esta situación se hace evidente y se conecta con otro en la escuela, pero el acosador aprendió a ser antes de la escuela en su casa así como el acosado ocupo ese rol de victima ya antes en su casa, lo que pasa en los primeros 5 años de vida es crucial para el ser humano, nos pasamos el resto de la vida buscando reeditar estos primeros cinco años, tanto lo bueno como lo malo.
Entonces el acoso ocurre en al escuela pero fue gestado en la casa, motivo por el cual asusta que la justicia intervenga, porque los límites están todos corridos y no estamos mirando donde debemos mirar. La violencia intrafamiliar, el maltrato doméstico, las agresiones verbales y físicas entre los padres debido a la ignorancia, el estrés o la falta de control ante sus impulsos forman mas la personalidad acosado o acosador de los niños que los eventos finales en las escuelas. Debemos perder el miedo y hacernos cargo cada uno de nosotros, de nuestros nervios, nuestros enojos y no depositarlos en la familia, en los hijos perpetuando así la violencia
Son muchos los estudiantes que miran sin decir nada, ¿qué podés decirnos sobre ellos? ¿Los alumnos son realmente conscientes de estar presenciando un caso de bullying?
Como la sociedad entera que sabemos que existe corrupción y no decimos nada, que sabemos que hay abusos y no decimos nada, nuestros hijos no son enfermos a los que hay que curar con pastillas, nuestros hijos son nuestro resultado.
Identificando al agresor
Romina comenta que por lo general son aparentemente seguros, pueden ser líderes o modelos dentro del aula para los otros, desenvueltos y hasta parecen mas maduros y efectivamente es porque quizás han vivido situaciones más duras que los demás.
Decisiones drásticas de la víctima
Para el adolescente todo es mil veces más que para el adulto, para entender debemos sacarnos los prejuicios que tenemos sobre los chicos, para ellos es importante y eso importa, entonces la sociedad, sus pares es lo más importante para un escolar, de sus pares lo que espera es la aceptación de ellos, sino en lugar de aceptación viven en rechazo. Recordando que lo viven mucho más intenso que los adultos, y sienten que nunca van a poder salir de esa situación, que toda su vida siempre va a ser una victima pueden entrar en un túnel de desesperanza muy oscuro, a eso se le suma la falta de diálogo.
Muchos son los casos de padres que dicen dialogar con sus hijos sobre drogas, sexo sin tener problemas, pero sin pensar siquiera que quizás para ese padre o esa madre es duro hablar de sexo y drogas, pero para el chico eso no es duro, siendo que ya recibió charlas, está informado, para ese chico es importante hablar del maltrato que sufrió mientras crecía y que hoy es un tema tabú con los padres actuales. Entonces se encuentran en espacios violentos tanto en casa como en al escuela potenciando esa sensación de que nada nunca va a estar bien.
Sobre la relación entre acosador y acosado, ¿es una relación fortuita? ¿Por qué un agresor se decanta por uno u otro compañero como futura víctima?
Ya venimos con la personalidad de la casa, el niño va al colegio con el rol que le quedó en la casa, ya sea bien si aprendió a agredir o a ser agredido, en la escuela solamente se manifiesta.
Los padres de las víctimas, ¿cómo pueden saber que su hijo sufre acoso escolar?
El vínculo con los hijos y el diálogo empieza el día del nacimiento, muchos padres quieren dialogar y hablan solo ellos sin darles tiempo o directamente no oyen a sus hijos, difícilmente un niño se quede en el rol del acosado si viene de la casa y desde la cuna con protectores emocionales que le permita elegir no ser acosado ni acosador.
Llenarlos de amor, oírlos, compartir con los hijos, proveer menos y compartir más, un niño no necesita una tablet, necesita amor, límites, ser escuchado y valorado por su familia.
Desde la familia, ¿cómo podemos los padres controlar la agresividad de nuestros hijos desde temprana edad?
Todo, desde la familia se hace todo, el colegio es un eco de la familia, menos proveer y más compartir.
Quizás los padres deberían revisar en psicoterapia sus propias heridas de infancia, soltarlas, dejar ir y comprender que su hijo es una nueva oportunidad y no una repetición de su propia infancia.