- agosto 20, 2014
La mirada es capaz de decir sin palabras lo que la boca no puede. Para algunos actores es su arma de seducción frente a la cámara, y aunque los ojos de Paul Newman, celestes y celestiales, son difíciles de igualar, una hornada de jóvenes actores ha vuelto a poner de moda los ojos azules.
Después del intérprete de “La gata sobre el tejado de zinc” (1958), película que Newman coprotagoniza con Elizabeth Taylor, quien fuera dueña de una mirada, dicen, casi violeta, y de mitos como Elvis Presley, el rey del “rock”, o de galanes aún vivos, como Pierce Brosnan , la mirada tuareg, dulce y despejada, sigue conquistando la pantalla en la vista de las nuevas generaciones.
Tom Welling, Jared Leto, ganador del Óscar al mejor actor de reparto en los pasados premios del cine americano, Ewan McGregor, Tom Cruise, Henry Cavill o Jake Gyllenhaal son dignos continuadores de esta tendencia que “pinta” el celuloide de un azul mágico capaz de evocar un mar en calma, o el cielo de una noche de verano.
La mirada, parte del guion
La mirada clara se conjuga, en algunos actores y cantantes famosos, con unos rasgos muy masculinos, mientras que en otros es el complemento ideal para potenciar un rostro de por sí aniñado.
Es el caso de Elijah Wood, el valiente “Frodo” de “El señor de los anillos”, y Daniel Radcliffe, conocido por dar vida a “Harry Potter”, dos actores que conservan un aspecto casi de infantes.
Los ojos azules de Wood y Radcliffe han jugado un papel esencial en la configuración de sus personajes, ya que ambos actores han dado vida, en el cine, a seres valientes, puros y claros -como sus azules miradas- dispuestos a salvar el mundo de las tinieblas del mal.
En el caso de Brad Pitt, de anatomía más varonil, los ojos azules se han aprovechado, a veces, para subrayar su faceta más salvaje, como se pudo ver en una de sus películas más famosas, “Entrevista con el vampiro” (1994), donde a Pitt se le aclara aún más la mirada con unas lentes de contacto casi transparentes.
En otras ocasiones, la cámara ha buscado los primeros planos del marido de Angelina Jolie, poseedora también de una de las miradas azules más atractivas de Hollywood, para retratar una sensualidad distante, al final salvaje, como hizo con maestría el director Edward Zwick en “Leyendas de pasión” (1994).
Leonardo DiCaprio, cuya mirada azul surcó, en la ficción, los mares helados del Atlántico a bordo del “Titanic” (1997), Joshua Jackson, Wentworth Miller (“Prision Break”) o Matthew Bomer completan la nómina de actores por los que la cámara ha sentido un flechazo casi inmediato al disparar su objetivo a la altura de los ojos.
Contra la norma
En España y Latinoamérica, por ejemplo, abunda el estereotipo de hombre moreno y ojos oscuros, pero también hay personas que acumulan en sus miradas colores distintos, desde verdes claros a azules aguamarina, para hacer de la excepción lo más atractivo de la norma.
La serie “El Príncipe” cobija a dos de estos hombres de mirada felina y clara; Rubén Cortada y Samy Khalil han conquistado al público por encarnar a personajes tan malévolos como atractivos.
Martín Rivas, Maxi Iglesias, Alejo Saura o el protagonista de la última película de Daniel Monzón, Jesús Castro, que encarna a uno de los personajes principales de “El Niño”, dejan rastro con sus ojos azulados.
En el bando femenino, sin salir de España, los ojos claros de Ana de Armas (más verdosos), Sara Carbonero o Elsa Pataky también les han ayudado a firmar suculentos contratos, tanto en el cine como en el sector de la moda y de la publicidad. EFE.