Cómo diferenciar una prenda de calidad

Al salir de compras primeramente tené en cuenta para qué comprar, si en realidad es una necesidad la que tenemos o simplemente es un momento de ansiedad por el que estás pasando. La mejor opción es salir a comprar lo que realmente necesitamos en el guardarropas y optar por aquellas prendas de calidad que garanticen un buen terminado y vayan acorde a nuestro tipo de cuerpo.

Prestá atención a estas recomendaciones que brinda Carolina Aubele:

• El cuero tiene olor a cuero. Como el cuero verdadero se reconoce del revés, lo ideal es que busques algún rinconcito donde el revés sea visible (en los sacos y camperas es un poco difícil ya que la forrería lo cubre todo).
• Las pieles sintéticas se distinguen de las verdaderas corriendo el pelo y mirando la base: si la base es cuero y los pelos salen como de un cuero cabelludo, la piel es natural.
• Para asegurarte de que una tela o tejido con el tiempo no hará bolitas con el roce, tocála haciendo círculos con el pulgar sobre la tela, en un lugar no visible: si en un tiempo corto se levanta el pelo o se forman bolitas, la tela es de calidad dudosa.
• Las prendas de algodón, seda, bambú o lino puros se arrugan. Para chequear que son de fibra natural ciento por ciento, hay que apretar alguna parte con el puño dos segundos; si no se arruga, tiene mezcla con fibras sintéticas. Leer las etiquetas de composición es importante.
• Las mejores forrerías son de seda natural, lo que permite un calce y una caída impecables sobre el cuerpo, especialmente en sacos y tapados. La seda natural resbala a la perfección sobre cualquier prenda que se lleve debajo. Como es cara, existen otros géneros que pueden reemplazarla: el objetivo es que se deslicen bien sin crear estática
• Los vestidos y prendas de géneros livianos sintéticos que tienen estática están absolutamente fuera de toda opción. Nunca quedarán bien, se pegan al cuerpo, hacen globos y no son sanos. Pueden arruinarnos una salida o una fiesta.