Nacional a partir de la primera victoria en este torneo demostró confianza pero más que nada humildad, pasando por sus jugadores, el plantel y sus hinchas.
Desde 1904 la tricolor forma parte de su símbolo. Desde aquel entonces y hasta hoy el rojo, blanco y azul son una institución a la cual le rinden un homenaje igual o mayor que a la religión. Siempre nos demostraron una fe inimaginable hacia un ser supremo y así también para con Arsenio Erico, la máxima figura y el hombre considerado como el mejor jugador de la historia de nuestro país. Es así que los leones ya tuvieron varias participaciones en la Copa Libertadores pero es la primera vez que llegan a esta instancia.
Nacional, a partir de la primera victoria en este torneo internacional, demostró confianza pero más que nada humildad, pasando por sus jugadores, el plantel y sus hinchas.
Con esa casaca, que lleva esos colores tan amados, recorrimos el mundo para ser noticia. Criticados y subestimados por muchos, este club igualmente llegó a la final. Quizás los hinchas más pequeños podrán repetir esta hazaña nuevamente, pero se queda en mi retina la imagen de esos abuelos nacionalófilos que con lágrimas de emoción acompañaban a su equipo. Gastaron, en muchos casos, hasta lo que no tenían para pisar el vecino país, con mucho frío pero con la garganta lista no pararon de alentar a su Nacional Querido (el único club con nombre y apellido).
Me quedo también con el dato más relevante que leí en todo este tiempo: Nacional es el único club que tiene un solo extranjero en todo su plantel. Es el argentino nacionalizado paraguayo Ignacio Don. Después, desde los que se encargan de abrir el portón ubicado en el populoso Barrio Obrero hasta sus directivos son paraguayos.
El club que elegí desde niña es otro, pero los nacionalófilos se encargaron de que me sienta orgullosa de ellos. No nos trajeron la Copa pero nos dejaron enseñanzas sobre la humildad, el buen juego, el respeto, la fe y la importancia de confiar en nosotros mismos. Como si las entrevistas se hubieran unificado, sus jugadores demostraban esto. Definitivamente todos juegan de un mismo lado, y bajo el mismo amor a la camiseta.
Nacional nos quitó el amargo sabor de no estar en el Mundial para recordarnos que todavía nos quedan muchos motivos para estar orgullosos en el ámbito deportivo.
¡Salud Vicecampeón! ¡Salud Nacional Querido!