- julio 7, 2014
La Semana de la Alta Costura de París quedó oficialmente inaugurada con las asimetrías deconstruidas de Versace, los volúmenes cuidadosos de Stéphanie Coudert y las cascadas de lentejuelas de Fred Sathal para el próximo otoño-invierno.
En la jornada de apertura de la más exquisita de las pasarelas, las tres colecciones presentadas en el marco del calendario oficial fueron diseñadas por mujeres, una coincidencia que no suele ser habitual en esta meca de la moda.
Donatella Versace combinó el armario femenino con el masculino al convertir un traje de chaqueta en un mono con medio escote palabra de honor, al ajustar la americana con un corsé y al confeccionar un vestido de noche con una única pernera.
Los vuelos de descontrolado volumen de las faldas definieron los modelos de gala de una colección basada en las asimetrías, las superposiciones y los juegos de impredecibles aperturas.
A este primer día le correspondió la primera estrella de la semana, la cantante y actriz JLo, antes conocida como Jennifer López, que acudió al desfile de Versace en los salones de la Cámara de Comercio de París, en las cercanías del Arco del Triunfo.
A pocos metros de allí, tuvo lugar el desfile de Stéphanie Coudert, una modista francesa que regresó a la Semana de la Alta Costura con una colección de alma medieval.
«Estoy muy feliz», exclamó a Efe tras un desfile muy particular para ella, puesto que significó su regreso a este exigente escenario, tras haber estado trabajando durante años en la intimidad de su espacio de Belleville, un barrio popular y bohemio, donde confeccionaba trajes a medida.
«Éramos cuatro al principio», explicó, hasta que un día entró en su boutique el propietario de un taller de moda especializado en el «saber hacer típicamente parisiense».
Empezaron a colaborar y Coudert se dio cuenta rápidamente de las perspectivas que se abrían ante sí, por lo que solicitó la readmisión de su firma en el calendario.
Siguiendo los consejos de este empresario, la diseñadora se volcó en los volúmenes y confeccionó una colección inspirada en la reina Leonor de Aquitania, «una mujer fuerte que eligió su destino».
Las formas redondeadas, principalmente en las partes de arriba, elevaron una silueta que se recubrió de seleccionados flecos y se abrigó con lana y contundentes colores del pasado.
El primer desfile al amparo de la Cámara Sindical de la Alta Costura fue el de la modista francesa Fred Sathal, quien hacía ocho años que no se presentaba bajo estos exclusivos focos.
Como artista plástica que experimenta con la moda, ha conseguido que algunas de las piezas que ha confeccionado a lo largo de su trayectoria se hayan expuesto en diferentes museos franceses.
Los diseños que reveló hoy en un patio cubierto del barrio de Le Marais hicieron gala del inmenso trabajo que requiere elaborar una de estas prendas.
Las lentejuelas, las circunferencias de diferentes tamaños y las formas nacaradas se engarzaron de mil maneras para recubrir vestidos, fluir por los flecos y confundirse con collares.
Las puntadas pequeñas decoraron los tejidos como moderno bordado y las colas de zorro se cosieron juntas para envolver el cuerpo como ostentoso abrigo.
En el «off», el modisto indonesio Didit evolucionó en los contrastes, entre las prendas fluidas y las estructuradas, y propuso una paleta invernal dominada por los azules y los verdes.
Defendió la tela vaquera como material digno de la Alta Costura, dio a conocer el «songket», un brocado tradicional de su país, y roció algunas prendas con una lluvia comedida de pedrería, en el patio porticado del prestigioso instituto Henri IV, junto al Panteón.
Schiaparelli abre este lunes la segunda jornada, en la que Christian Dior desvelará la última colección diseñada por su director artístico, Raf Simons.EFE/Mercedes Álvarez