Niños de 2 y 3 años consumen el doble de proteínas que necesitan

  • Todos los niños catalanes de entre 2 y 3 años consumen el doble de las proteínas diarias recomendadas, un hábito que conduce a la obesidad, mientras que los menores de Catalunya son los que más grasas consumen en España.

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    Estas son dos de las conclusiones del estudio Alsalma 2.0 del programa Alimentando la Salud del Mañana de la compañía Danone Nutricia, y cuyos datos para Catalunya han sido presentados en Barcelona por el doctor Vicente Varea, de la Sección de Gastroenterología, Hepatología y Nutrición del Hospital Sant Joan de Déu de Barcelona, y la doctora Inma Clarà, del CAP Centre Sabadell.

    Los resultados encuentran, además, que a partir de los siete meses y hasta los tres años el 95,3 % de los niños de Catalunya presenta una ingesta proteica superior a la recomendada.

    «Muchas veces solo damos valor al exceso de grasas, pero el exceso de proteínas también origina un aumento de peso y, a la larga, puede favorecer el sobrepeso en la edad adulta», ha señalado la doctora Clarà.

    El estudio Alsalma 2.0 es el primer y único estudio que analiza los hábitos nutricionales de los niños españoles de 0 a 36 meses.
    En Catalunya participaron 241 niños (el 14,2% del total), cuyas madres rellenaron un diario donde recogían todos los alimentos y las cantidades que componían cada comida.

    «El Alsalma 2.0 es un estudio de gran fiabilidad porque en él han participado 185 pediatras y más de 1.500 niños de toda España. La principal conclusión es que la dieta de muchos niños está lejos de ser la ideal e impacta en su salud futura», ha indicado el doctor Vicente Varea, uno de los coordinadores del estudio.

    El estudio ha comprobado que un aumento del 1% en la proporción de proteínas en el perfil calórico del niño supuso un aumento del 0,029 kg/m2 del Índice de Masa Corporal (IMC).

    «Hemos constatado que el sobrepeso se inicia en edades muy tempranas. Los obesos no se hacen a los 5 o a los 8 años, los estamos empezando a hacer desde edades muy tempranas y esto es un factor importante a tener en cuenta», ha explicado Varea.

    Los datos de Catalunya han constatado que en esta comunidad los menores consumen más grasas de todo tipo (monoinsaturadas, poliinsaturadas y colesterol) que en el resto de España y que, comparativamente, se produce un menor aporte de energía y de proteínas dependiente del consumo de leche de vaca, a favor de los cereales, verduras y frutas.

    También ha detectado un desequilibrio en el consumo de micronutrientes, con excesos de vitamina A y sodio; y déficit de yodo, hierro y vitamina D.

    La doctora Clarà ha valorado que «un exceso de sodio en niños muy pequeños, a la larga, puede favorecer una hipertensión arterial. Por otro lado, el hecho de que la vitamina A esté aumentada también podría ocasionar trastornos relacionados con el desarrollo neurológico de niños pequeños».

    Según el estudio, el 66,3% de los niños catalanes hace un buen seguimiento de la dieta mediterránea, un porcentaje ligeramente más bajo que la media nacional.

    «Hace años se pensaba que el niño tenía que comer igual que el adulto, pero en menor cantidad. Hoy sabemos que no es así, ya que los niños tienen unas necesidades específicas de macro y micronutrientes. Una alimentación infantil óptima puede ayudar a prevenir enfermedades que se manifiestan en épocas más tardías», ha indicado el doctor Varea. EFE

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