El Ministerio de Salud de Paraguay pidió elevar los impuestos al tabaco, que son los más bajos de toda América, así como prohibir la publicidad y otras medidas para combatir su consumo, que le cuesta al erario público entre 150 y 200 millones de dólares al año en gastos médicos.
Paraguay ratificó en 2006 el Convenio Marco de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para el Control del Tabaco, que contempla esas acciones, pero el Congreso no ha aprobado aun una ley que ponga en práctica sus cláusulas, explicó a Efe Claudia Sánchez, Directora del Programa de Control del Tabaquismo del Ministerio.
«Mientras no se reglamente es difícil la implementación del convenio», dijo la doctora Sánchez, quien afirmó que el Ministerio de Salud querría la aprobación «de una ley nacional» que aplique sus disposiciones.
Entre ellas destacó el aumento de los impuestos «para que los niños no tengan tanta accesibilidad» a los cigarrillos.
Actualmente la tasa que grava el tabaco en Paraguay es del 13%, la más baja de toda América, según Sánchez. El Ministerio de Hacienda ha propuesto elevarla al 14%, como parte de un plan para aumentar la recaudación.
Según Sánchez, el Convenio Marco también pide prohibir fumar en lugares públicos cerrados y toda publicidad del tabaco, la cual sigue existiendo en Paraguay, donde se ven grandes carteles publicitarios en algunas carreteras.
Asimismo, el tratado insta a los Estados a promover cultivos sustitutivos del tabaco entre los agricultores.
Sánchez dijo que no le consta que exista ningún proyecto de ley en el Congreso para trasladar el convenio a la legislación de Paraguay, cuyo presidente, Horacio Cartes, cuenta con negocios de tabaco en el grupo empresarial que posee.
En 2008, fecha del último estudio, un 14% de los adultos paraguayos y un 10% de los menores de 15 años fumaban, explicó Sánchez.
Esa práctica le cuesta al erario público entre 150 y 200 millones de dólares al año en gastos médicos, de acuerdo con un estudio citado por la doctora.
«Son afecciones crónicas. Las personas no mueren en seguida», por lo que su cuidado supone «una sobrecarga económica al sistema», dijo. El tabaco contribuye a la aparición de cánceres, afecciones pulmonares y vasculares, hipertensión y diabetes.
A los costos que representan para el Estado se añaden los gastos para las familias y la pérdida de fuerza laboral. «El paciente se enferma en la parte más productiva de su vida», destacó Sánchez.
Ante la falta de acción en el Congreso, el Programa que ella dirige promueve que los municipios emitan ordenanzas para prohibir, por ejemplo, la venta de cigarrillos a menores de edad y al menudeo.
Setenta de las más de 150 alcaldías de Paraguay han adoptado medidas contra el tabaco como parte de esa estrategia, indicó.
Además, el Ministerio lleva a cabo actividades educativas y culturales para evitar que los niños se conviertan en adictos al cigarrillo, y da certificaciones a las empresas por ser libres de tabaco, relató Sánchez.
Según la OMS, el tabaco mata a 6 millones de personas cada año (5.4 millones de fumadores activos y 600.000 afectados por humo ajeno), incluyendo un millón en el continente americano.
El tabaco acarrea un costo a la economía mundial de 200.000 millones de dólares al año, de acuerdo con esa entidad. EFE