Beneficios saludables del caldo

  • Las sopas y las cremas son alimentos muy saludables que forman parte de la gastronomía tradicional. Su principal ingrediente es el agua, por ello ayudan a mantener una correcta hidratación, además de contener un aporte bajo en calorías

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    Son múltiples las propiedades que hacen que las sopas y las cremas sean imprescindibles en nuestra mesa en cualquiera de los meses del año. La variedad de colores y sabores las convierte en un manjar sano y divertido que sirven de ayuda a la hora de introducir en nuestra dieta alimentos como las verduras, muy detestadas por los más pequeños.

    Blanca Lozano, dietista y nutricionista del Instituto Flora, y el equipo de la Asociación de Dietistas-Nutricionistas de Madrid (ADDINMA), formado por Tamara Valencia, Cristina Vallespín y Jorge Ibarra, nos explican las propiedades de estos alimentos.

     

    Propiedades nutritivas de las sopas
    Las sopas están compuestas principalmente por agua, sin embargo, las propiedades nutritivas dependen de los alimentos de los que estén elaboradas; no es lo mismo utilizar exclusivamente verdura, carne o pescado que juntar los tres. “El caldo va a aportar vitaminas hidrosolubles y minerales que resistan las temperaturas de cocción, ya que son nutrientes muy sensibles al calor“, explica el equipo de ADDINMA.

    Además, en el caso de añadir a la sopa los alimentos utilizados para elaborar el caldo, “ésta se va a enriquecer con los nutrientes que estos aportan, proteínas en el caso de carnes y pescados o fibra en el de las verduras”.

    “Los caldos son una fuente hídrica inigualable, aproximadamente el 90% de su composición es agua”, remarca Lozano.

    Sopas caseras y de sobre
    Según Blanca Lozano, las sopas de sobre y las caseras “tienen propiedades similares”. La principal diferencia es que “la sopa de sobre está deshidratada, nosotros lo único que le añadimos es agua y sabor”.

    Por su parte, el equipo de ADDINMA asegura que  «la sopa casera va a contener la mayoría de los nutrientes, mientras que la de sobre por el hecho de someterse a un proceso de deshidratación va a perder la gran mayoría de ellos“.

    Es decir, en casa el caldo va de la olla al plato, y la sopa de sobre va de la olla al proceso de deshidratado, después pasa al procedimiento de rehidratación, que sólo nos va a aportar agua sin ningún nutriente más que lo poco que contenga el propio sobre, y finalmente al plato.

    Cuidado con la sal
    La sal es un componente habitual en las comidas, y su uso debe ser prudente, sin superar los cinco gramos al día, según aconsejan los expertos. Sin embargo, la media de consumo está mucho más cerca de los 10 gramos que de los cinco.

    En el caso de las sopas caseras, el uso de la sal depende, lógicamente, de quien la prepara y cocina, de sus hábitos y medidas, señala Blanca Lozano.

    Sopas y purés, todo en uno
    Esta nutricionista explica que está en marcha toda una estrategia en las empresas de alimentación para reducir la sal en las sopas de sobre para beneficio de la salud.

    Los nutricionistas de ADDINMA aconsejan comprobar los niveles de sodio en las sopas de sobre antes de su consumo para evitar riesgos, sobre todo en aquellas personas que tienen hipertensión.

    El puchero es especial para la temporada. Imagen: cocinaycomparte.com

    El puchero es especial para la temporada. Imagen: cocinaycomparte.com

    ¿Cada cuánto tiempo se recomienda el consumo de sopas?

    Según el equipo de ADDINMA “no hay una recomendación establecida“. La sopa es un alimento a tener en cuenta, sobre todo para personas que debido a las circunstancias no llegan al aporte de nutrientes que el organismo necesita. Un ejemplo muy claro lo encontramos en las personas mayores, por su tendencia a la deshidratación.
    Blanca Lozano señala que “no hay una frecuencia de consumo determinada o establecida; yo recomiendo variar. No incluiría las sopas cada día, más que nada porque se pierde la variedad de otros productos, pero no hay problema en tomarla cada dos días en función del gusto de la persona”.
    “Si sientan bien, o se trata de una persona mayor a quien cuesta masticar, o un niño que tenga dificultades con la verdura, no hay problema en tomarlo habitualmente”, añade esta experta.

    Cremas y purés
    Los purés, “al estar elaborados principalmente con verduras, hortalizas y lácteos presentan gran cantidad de minerales y vitaminas, además de fibra, que resulta especialmente interesante a nivel nutricional”, afirma el equipo de ADDINMA.

    Si incluimos carnes o pescados vamos a añadir la parte proteica lo que va a hacer del puré un plato muy rico en nutrientes y completo para todas las personas, pero especialmente para aquellos que por problemas de salud, no pueden masticar o les cuesta tragar alimentos sólidos.

    ¿Se pierden minerales y vitaminas durante la cocción?
    Según el tratamiento de preparación se van a perder más o menos minerales y vitaminas. Hay que tener en cuenta el proceso previo de los alimentos, ya que desde la recolección hasta su consumo pasan días lo cual influye directamente en el valor nutricional final del alimento.

    Tanto la cocina al vapor como a la plancha son técnicas que requieren un menor tiempo de exposición al calor y “los nutrientes se van a conservar mejor cuando cocemos los alimentos sumergiéndolos en agua, ya que en este último proceso hay nutrientes que pasan al agua mientras que en los otros dos procesos esto no ocurre”, apostilla el equipo de ADDINMA.

    Blanca Lozano explica que cuando hacemos una crema de verduras, troceamos las hortalizas, las mezclamos con agua, retiramos parte del agua y lo trituramos. En función del tamaño que tengan los trozos que hemos triturado se pierden más o menos vitaminas. Se trata de un matiz muy pequeño, pero “si cortamos los trozos de las verduras más grandes, las hortalizas van a conservar mayor cantidad de vitaminas que si los trozos son de menor tamaño”.

    Alimentos digestivos

    Tanto las sopas como las cremas son alimentos denominados como pre-digeridos, por lo que al consumirlos el proceso de digestión es menos costoso. Las proteínas animales requieren de un trabajo mayor para ser digeridas que las vegetales, por otra parte, los vegetales además, por su composición, aportan al organismo enzimas, vitaminas y minerales que ayudan al organismo a realizar distintas funciones, incluyendo el proceso de digestión.EFE/ANA LÁZARO

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