El populoso Mercado 4 de Asunción, un enorme conjunto de puestos callejeros y laberínticas galerías donde se puede encontrar casi de todo, y que fue inmortalizado en la exitosa película paraguaya «7 cajas», cumplió 70 años de historia en su actual ubicación a un pocos pasos del centro.
Algunos de los trabajadores más antiguos del mercado fueron homenajeados por el intendente de la capital, Arnaldo Samaniego, en un pequeño acto que no detuvo la frenética actividad diaria de los comerciantes en los apretados pasillos entre puesto y puesto.
«¿70 años cumple hoy?», dice sorprendida a Efe Ascensión Caballero Martínez o «La Peti», como conocen en el mercado a esta vendedora de 57 años que a los tres ya correteaba por los cajones de fruta de la tienda de sus padres.
El mercado municipal número 4 es el más grande de los espacios públicos dedicados a estos comercios en la ciudad y es el heredero directo del «Mercado guasú,» (grande en guaraní), que ya existía en el centro de la capital en el siglo XIX.
El «Guasú» fue trasladado en 1910 a la plaza de la Democracia, frente al actual Hotel Guaraní, y fue bautizado como «mercado provisorio», aunque se mantuvo ahí hasta 1942.
En 1944 el Mercado 4 abrió sus puertas en su actual ubicación, en la intersección de dos de las principales arterias del centro de la ciudad, explicó a Efe Mabel Ortega Zorio, que recopila documentos históricos de su ciudad natal.
«Yo salgo en ‘7 cajas’, para mí es un orgullo, llevamos aquí desde siempre, lo hemos visto todo», dijo a Efe en español «La Peti», más acostumbrada a hablar en guaraní, el idioma oficioso del popular mercado.
Su padre huyó del país durante la dictadura militar de Alfredo Stroessner (1954-1989) y su madre y sus nueve hermanos hicieron del mercado su forma de vida y sustento.
Ascensión Caballero Martínez o «La Peti», una mujer vendedora del Mercado 4/ EFE
«7 cajas», de los directores Juan Carlos Maneglia y Tana Schémbori, que muestra la esencia del caótico mercado, se llevó el premio «Cine en Construcción» del festival de San Sebastián (España) el año pasado, entre otros galardones.
«La protagonista me intenta vender un celular y yo le digo que no, que es muy caro», asegura «La Peti».
En el frenesí del mercado de precarios tendidos eléctricos y viejo almacenes, los gritos de las verduleras y los fruteros compiten en protagonismo con los «carretilleros», que transportan sin cesar las mercancías desde las furgonetas hasta los puestos de venta entre los apretados corredores cubiertos por toldos.
Víctor, el protagonista de la película paraguaya contemporánea que más difusión internacional ha tenido hasta la fecha, es uno de esos transportistas que recorren todos los rincones del mercado abriéndose paso entre la muchedumbre.
A eso se dedica desde hace 35 años Italino Castro, quien cada día se presenta en el mercado a las 5 de la mañana con su larga carretilla de metal de dos ruedas.
Mientras salen encargos va de un lado para otro cargando cajas y cuando el mercado baja el ritmo intenta vender algunos productos que compra a mayoristas.
Castro dijo a Efe que no se notó mucho el festejo del 70 aniversario, que las autoridades no les ayudan a mejorar las condiciones del lugar de precaria infraestructura y que tampoco le gustó demasiado la película, aunque dejó claro que él de cine no sabe.
«Es algo personal. Me pidieron mi carro prestado para filmar y no me quisieron dar los 50.000 guaraníes (unos 11 dólares) que les pedí, así que no se lo dejé», aseveró, mientras Marciano Ruiz Zorrilla, otro carretillero, aseguraba que la película se inspiró en él. EFE