Antonio Burillo y Juan Carlos Fernández, el dúo creativo de The 2nd Skin Co, están de enhorabuena. La diva hispana ha elegido uno de sus diseños
No tenían ni idea de que Jennifer López hubiera elegido uno de sus diseños, se enteraron por las fotos que la propia artista había subido a Instagram, una sorpresa que les hace “muy felices” y que viven como “un subidón”. Antonio Burillo y Juan Carlos Fernández, el dúo creativo de The 2nd Skin Co están de enhorabuena.
“Es un notición”, dijo a Efe Estilo, Antonio Burillo, al ser preguntado sobre cómo han acogido la noticia de que una de las hispanas más influyentes del mundo hubiera elegido una de sus prendas para regresar al programa American Idol.
“Le queda increíble”, ha comentado apasionado sobre el vestido de “napa” de color “mostaza” que presentó la firma española en su colección otoño-invierno 2012/2013 y que el propio creador califica de “difícil” porque “nadie se atreve” a ponérselo ya que es un diseño “muy sexy” con una “súper espalda descubierta”.
El que era una de las piezas “más desapercibidas” de la colección de The 2nd Skin Co, con un precio de 980 euros, ha incendiado las redes sociales porque le sienta como un guante en la “explosión de curvas” de JL.
Burillo, que comenzó su andadura en el mundo del diseño hace siete años junto a Juan Carlos Fernández, ambos propietarios de la firma, ha confirmado que fue la propia López la que eligió el diseño ya que la firma tiene un “showroom” en Los Ángeles lo que añade mérito a la elección por el amplio abanico de modelos se ofrecen a las estrellas.
Este es el vestido de la marca española que eligió Jennifer López.
Pasión por la alta costura
El patrón estructurado marcado por pliegues y volúmenes imposibles suele ser el sello de las colecciones del tándem creativo The 2nd Skin Co que, con cierta inspiración en las siluetas de Balenciaga, presentaron en su última colección, el pasado febrero, durante la pasarela alternativa de Madrid, MFSHOW, una propuesta formada por cuidados vestidos de coctel y elegantes trajes de noche vertebrado en dos colores, el rojo cereza y el camel o toffe.
Estructurados tejidos de lana y vaporosas sedas vistieron la pasarela con la sofisticación y el glamour de los años cuarenta y cincuenta.
“La inspiración vino de una tela con motivos florales en rojo, a partir de ahí trabajamos los diseños para dar vida a vestidos en que las flores quedaran como elementos en suspensión”, explicaba Burillo a Efe Estilo poco después del desfile.
“Es nuestra propuesta más madura, más trabajada desde dentro y con una paleta contenida pero potente”, indicaba Fernández, cuyo principal público suele estar formado por alfombras rojas y ocasiones especiales, al que ahora suman, con orgullo a una de la mayores celebrities del mundo.