- marzo 20, 2014
No es normal, pero muchas mujeres sufren de dolores durante o después de una intimidad sexual.
Aunque en general el sexo es asociado a sensaciones como el placer y el bienestar, para algunas personas puede ser una experiencia alejada de estos conceptos, según una publicación de Denisse Charpentier en BioBioChile.
“Existe una gran cantidad de mujeres que sienten dolor a la penetración vaginal y no saben qué hacer, dónde acudir ni cómo se llama este problema. Tener relaciones sexuales con dolor, experimentando sensación de ardor, presión y quemadura, no es normal pero es más común de lo que se imagina”. Así lo señala Odette Freundlich, directora del Centro Mi Intimidad y kinesióloga especialista en disfunciones del suelo pelviano y sexualidad, quien explica que “esta disfunción se llama Dispareunia y debe ser diagnosticada y tratada por profesionales expertos en el tema”.
“La Dispareunia es el dolor durante o después del coito y puede deberse a múltiples factores, ya sea irritativos, inflamatorios, infecciosos, como por ejemplo alguna alteración en la vulva, como es la Vulvodinia y en especialmente una patología llamada Vestibulitis Vulvar. También puede deberse a cicatrices de episiotomía dolorosas, por efecto del parto o en otros casos sus causas son factores hormonales, como es la menopausia. También sucede en ocasiones después de aplicación de quimioterapia o braquiterapia por cáncer”, añade.
Freundlich manifiesta que en ocasiones las molestias son tan intensas que resulta imposible la penetración vaginal, causando otra disfunción sexual llamada vaginismo.
“El vaginismo es definido como una contracción involuntaria de la musculatura del tercio externo de la vagina, pelvis y muslos en respuesta al intento de penetración”, indica.
El problema tras esto es que las mujeres suelen ignorar que padecen de estas disfunciones y demoran mucho tiempo en consultar, asegura la especialista.
“Muchas veces no se lo comentan a sus ginecólogos por vergüenza y otras veces se les dice que está todo normal y que deben relajarse e irse de vacaciones. Pero más allá de esa mirada positiva, la verdad es que esta disfunción no desaparece sola y debe ser tratada por expertos en la materia”, afirma.
La profesional señala que el tratamiento a esta condición es multidisciplinario e idealmente en la terapia deben participar un kinesiólogo especialista en disfunciones sexuales, un ginecólogo y terapeuta sexual.
“No es un proceso largo, por el contrario, en promedio son 10 sesiones una vez por semana. Y mi experiencia es que la mejoría es de un 100%. Lo único que se requiere es que las personas sigan las instrucciones y asistan a la terapia”, dice Odette.
Para concluir, la especialista recalca la importancia de consultar a un experto en cuanto se sospeche de que existe un problema, “ya que el vaginismo va produciendo un círculo vicioso de dolor, falta de deseo, hasta producirse un distanciamiento con la pareja”.