Esa sonrisa curiosa característica de su propia edad y un corazón nuevo que le dio cátedras de lucha a todo un país, su nombre Jesús Leiva de 9 añitos.
El 26 de noviembre uno de los integrantes de la familia Leiva volvió a nacer. Este niño tenía 6 hermanitos, hasta que en el 2009 el mismo diagnóstico de miocardiopatía dilatada se llevó a su hermanita de 13 años.
Pasa que 4 años atrás las palabras “ser donante” o “donar es vida” retumbaba con miles de interrogantes en cada uno de los paraguayos.
Jesús Leiva es el primer niño paraguayo que tiene la posibilidad de prolongar su vida gracias a un corazón artificial. El equipo llegó un 14 de noviembre cuando el corazoncito de este campeón latía solo en un 40%. Costó cerca USD 1.400.000 y el aporte de la ciudadanía fue de USD 209.000. El donante de Jesús tenía 21 años.
La vida de Jesús tiene varias aristas para analizar, valorar y aplaudir. Primero; su apego a la vida con sus 9 años. Segundo; tras la muerte de Anita por la falta de un corazón artificial, la presión ciudadana y la solidaridad dijeron presente para conseguirlo. Tercero; la fortaleza de unos padres que ya perdieron a una hija por el mismo diagnóstico. Cuarto; un país que se está despertando ante la magnitud de lo que conlleva una “donación”, prueba de esto es que su donante pidió que ante cualquier enfermedad o accidente sus familiares no duden en “regalar vida”.
Jesús es un campeón que con sus 9 años le dijo: ¡si a la vida! ¡Si a seguir luchando!. A dos semanas del trasplante ya dio sus primeros pasos y hace sus ejercicios de fisioterapia.
Hasta setiembre de este año el Instituto Nacional de Ablación y Trasplante registra estadísticas alentadoras, 20.000 personas inscriptas. Y vos, ¿ya sos donante?.
Ojala encuentres en esta historia una fortaleza más para sonreírle a la vida, y la primera es que estamos vivos.
¡Jesús Leiva tu nombre ya figura en la lista de campeones de este país!