Las autoridades rusas han desmantelado la maleta gigante del diseñador tras la ola de indignación.
La firma de lujo francesa llegó a Moscú para conmemorar el 120 aniversario de los grandes almacenes GUM, situados frente al Kremlin de la ciudad rusa, y para ello había colocado una maleta gigante en el centro de la misma, publica este jueves el sitio español estrelladigital.es.
El baúl en cuestión se trata de un pabellón inmenso que recoge a exposición L’ame du Voyage (El alma de viajar), una muestra organizada por Louis Vuitton en la que el visitante tenía la oportunidad de ver de cerca 25 piezas históricas de la firma francesa. Los ingresos de la exposición iban a parar a la Fundación Naked Heart, que ayuda a los niños más desfavorecidos de Rusia, creada por la modelo rusa Natalia Vodianova.
Pero lejos del éxito esperado, el baúl Vuitton ha sido objeto de todo tipo de reacciones desde los que estaban encantados a los que no han sabido entender el fundamento de la iniciativa. Parece que por muy estilosa que sea la maleta de la firma francesa, que comenzó a erigirse en la plaza moscovita hace dos semanas, a algunos les parecía una auténtica «monstruosidad».
«El pabellón ha provocado muchas reacciones», admitió la dirección de las célebres galerías Gum. «Teniendo en cuenta una parte de la sociedad y que la construcción superó las dimensiones autorizadas, para las que se encontró un acuerdo, hemos informado a la representación rusa de Louis Vuitton de la necesidad de su desmantelación», señaló en un comunicado.
Su emplazamiento junto al mausoleo de Vladimir Lenin y la catedral de San Basilio parecen haber motivado el desmantelamiento ya que como Sergei Obukhov, miembro del Comité del Partido Comunista ruso, afirma, «la Plaza Roja es un lugar sagrado para Rusia» y no dudaba en añadir que dicha maleta «trivializa y denigra algunos símbolos».
«La compañía Louis Vuitton construye un baúl en pleno centro de Moscú, en nuestra plaza más importante. ¡Esto no puede ser!», declaraba también el líder del ultranacionalista Partido Liberal Democrático, Vladímir Yirinovski.
Fuente: ÚH