Higiene íntima de la mujer

  • A llevar en cuenta para evitar la infección.

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    Conocemos las reglas básicas que aprendimos de mamá, abuelita y en ocasiones la prima o la mejor amiga. Pero siempre es importante repasar la lección para evitar las enfermedades e infecciones y que la causante no sea la falta de higiene o la mala realización de la misma, además, los buenos hábitos de higiene te ayudarán a evitar la visita frecuente al ginecólogo.

    Consejos básicos

    Los días de calor, el estrés, la ansiedad, los ciclos menstruales y otros factores propios de la naturaleza de mujer, nos obliga a ser más cuidadosa con la higiene íntima para evitar posibles infecciones e incomodidades de toda clase, hay algunos hábitos que toda mujer debe respetar.

    • Lavarse las manos: En primer lugar, hay que lavarse las manos con jabón antes de cualquier contacto con la vagina y todas las partes íntimas.
    • Aseo diario: Debes asear tus partes íntimas o genitales, al menos dos vez al día, esto dependerá de las actividades diarias que realices al día como; al finalizar los ejercicios en el gimnasio, las caminatas por las tardes, al cambiar tu tapón o toallita higiénica, entre otros momentos. Lo ideal sería cambiar la ropa íntima.
    • Evitar las duchas vaginales: La zona vaginal garantiza su propia protección, debes evitar las duchas vaginales frecuentes o de irritación vaginal. No debes lavar el interior de la vagina puesto que esta zona posee una protección propia, pero si debes lavar la región de la vulva con gestos de delante hacia atrás, para impedir la proliferación de gérmenes en la vagina.
    • Usar jabones íntimos: Los productos de higiene íntima que utilices deben ser suaves y que no modifiquen la acidez vaginal, opta por los jabones no perfumados y con PH neutro. Nunca utilices para la zona íntima, los productos de limpieza corporal habituales como el gel de ducha y los desodorantes en aerosol.
    • Evitar las relaciones sexuales teniendo la regla: Las relaciones sexuales se deben evitar durante el tiempo de la regla o menstruación porque existen riesgos de infección. Antes y después de una relación sexual, conviene orinar y sobre todo lavarse con agua y jabón íntimo para evitar los gérmenes.

    El hábito de la buena higiene normalmente se aprende desde niña pero debe ser una rutina practicada durante toda la vida para evitar esas molestias tan desagradables como son las infecciones.

    Fuente: www.imujer.com

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