Un copioso desayuno puede ser la clave para quedarse embarazada, al menos para las mujeres que sufren el síndrome de ovario poliquístico (SOP), según los resultados de una investigación realizada por la Universidad Hebrea de Jerusalén, publicados.
El estudio, realizado durante doce semanas en el Hospital Wolfson, concluye que el número de mujeres que ovulaban tras ingerir un desayuno abundante creció considerablemente, así como sus niveles de fertilidad.
El SOP, también conocido por el nombre de síndrome de Stein-Leventhal y que afecta a entre el 6 y 10 por ciento de las mujeres en edad reproductiva, es un trastorno endocrino que arrastra frecuentes desequilibrios hormonales, lo que, como consecuencia, genera menstruación irregular y resistencia a la insulina.
Durante la investigación, de la que da cuenta la edición electrónica del diario Yediot Aharonot, se analizaron dos grupos de mujeres con un índice de masa corporal saludable (BMI), a las que se administró una dieta de 1.800 calorías al día.
La mitad de ellas ingirieron 980 del total de las calorías en el desayuno, mientras que la otra mitad lo hizo en la cena.
El resultado fue que entre las primeras se registró un descenso del 8 por ciento en los niveles de glucosa y en la resistencia a la insulina, así como una caída del 50 por ciento en los niveles de testosterona. En las segundas no se registró ninguna alteración, ni química ni hormonal.
Según la fuente, el primer grupo informó de un incremento dramático en el número de mujeres que ovularon y en los índices de fertilidad.
«La investigación demuestra que es importante el número de calorías que ingerimos al día, pero también lo es el momento en el que lo hacemos», dijo el profesor Oren Froy, de la Universidad Hebrea, que dirigió el estudio. EFE