Con estupor leí la posibilidad de que el precio del pasaje pudiera aumentar a 2.500 o hasta 3.000 guaraníes, ante una nueva política de eliminación del subsidio estatal, lo que obligaría a incrementar los números del boleto. Una vez más, el afectado es el usuario del transporte público que no tiene otra posibilidad más que seguir siendo víctima de un pésimo servicio para tan alto costo.
Entiendo que todo se hizo mal. Nunca comprendí por qué el gobierno debía subsidiar a los transportistas que pertenecen al sector privado. Lo cierto es que mientras las autoridades les daban plata a los empresarios, éstos jamás hicieron el esfuerzo por mejorar sus servicios. Buses vetustos que caen a pedazos, cada dos cuadras podemos ver unidades paradas por fallas mecánicas, en el mejor de los casos; o en el peor, locas carreras que ocasionan muertes de inocentes.
Para qué ir tan lejos, sólo en Argentina el servicio de buses orilla los 2 pesos con 50, serían como 1.500 guaraníes y, definitivamente, el servicio es mucho mejor. Si en otros países pueden sostener los costos, ¿por qué aquí no podemos? ¿Por qué siempre debemos trasladar esa pesada carga al usuario?
Sé que todos pagaríamos con gusto si los colectivos estuviesen en condiciones, si los choferes fuesen responsables y respetuosos, y si cada salida para tomar el bus fuese un momento de tranquilidad y no una carrera hacia la muerte. Quienes abordan los buses no tienen otra opción, o ¿por qué la gente aceptaría tantas humillaciones? Usan los colectivos porque el dinero no alcanza para el uso diario del auto o porque deben dárselo a los hijos que salen tarde de la facultad.
Es hora de empezar a respetar al usuario, al consumidor, que somos los que finalmente en gran medida sostenemos la economía nacional. Nos merecemos un mejor servicio. No sé cómo se llamará, Metrobus, trolebus, no sé. Pero lo único que sé es que el sistema del transporte público, así como está, no funciona. Hay que dejar de esconder la basura bajo la alfombra y empezar a buscar soluciones reales y que nos beneficien a los ciudadanos.