- agosto 9, 2013
Redacción Cultura, 9 ago (EFE).- Su movimiento de caderas, sus bailes imposibles en temas como «Single Ladies» y su voz ‘soul’ han convertido a Beyoncé en una reina de las pistas de baile pero, sobre todo, a su espectacular puesta en escena contribuía una melena rubia que, ahora, la artista ha sustituido por el corte «pixie».
Tanto le ha gustado este corte de pelo a la exintegrante de las «Destiny’s Child» que no ha dudado en colgar una foto con su nuevo aspecto en la red social Instagram, donde sus seguidores le han dado el visto bueno con halagadores piropos.
La artista de Texas se ha quitado las extensiones y ha colgado sus famosas pelucas y tocados propios de la reina Cleopatra a favor de un corte más romántico, que resta agresividad a la imagen de «mujer fatal» que suele proyectar en los escenarios.
«Beyoncé es una persona muy bella y su dulce rostro casa bien con el corte pixie», explica a Efe un estilista de Llongueras, Francesc Peytaví, quien ha experimentado una mayor demanda de este tipo de corte en su salón de peluquería y belleza.
Este verano se llevan los cortes atrevidos iluminados con mechas californianas o con abundante laca hasta conseguir un efecto «afro», según el estilista, porque las mujeres «ya se han cansado de peinarse las largas melenas».
Cuando alguien experimenta un cambio en su vida necesita que esa ruptura con la rutina «se proyecte en su estilismo», dice Peytaví, para quien lo más importante a la hora de aplicar un peinado es la configuración del rostro, «y no tanto la belleza».
Beyoncé no es la única a la que últimamente ha traído de cabeza su peinado. Actrices como Halle Berry, Anne Hathaway, Emma Watson y Cate Blanchett, además de cantantes como Rihanna, también se han unido a la tendencia del corte «pixie» popularizado por la actriz Mía Farrow en los años 60, cuando el deseo de paz se colaba en todos los discursos y la moda hippie invadía los vestuarios.
La justificación social de las drogas y la ‘contracultura’ no fueron las únicas rebeliones durante esta década, porque el estilismo también asumió la transgresión de aquellos años: el corte de pelo «a lo garçon», hijo de la «Belle Époque», renacía entre las cabezas femeninas.
El peinado cambia con los tiempos pero vuelve como retornan todas las modas. Veremos si el «pixie» es algo pasajero o si, al final, la melena vuelve a ser la aliada indiscutible de la feminidad.
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Fuente: EFE.