Si bien es cierto que las faldas evasée o las de tipo balloon no están fuera de circuito, lo cierto es que las rectas son las ganadoras absolutas de este invierno. Puede ser una falda lápiz de inspiración retro o una falda corta con péplum con recuerdos ochentosos.
Lo único que importa es que tiene que ser bien derecha y al cuerpo más allá de la textura (valen crêpes, tweeds y satén entre muchos géneros más). ¿Si es una moda sólo para cuerpos privilegiados? Es innegable que tener una buena silueta suma cuando hay una propuesta al cuerpo, pero esta temporada -con la resurrección del volado alrededor de la cintura- es posible solucionar varios outfits y disimular algunos kilitos de más.
Las faldas rectas se llevan de la mañana a la noche, aunque se recomienda el largo debajo de la rodilla o unos centímetros arriba de la rodilla para ocasiones diurnas (oficina, reunión de negocios, almuerzo informal) y la más corta sólo para la noche (y atención: para las más jóvenes, más allá del sub 20 hay que abstenerse, preferentemente).
Como complemento de este tipo de pollera, se lucen tanto una camisa clásica o un suéter de cashemere escote en V (siguiendo la silueta) o bien una blusa con mangas mariposa o con hombreras (dan más volumen en la parte superior). Un ítem que suma: el zapato bien alto, que siempre estiliza y es altamente recomendable cuando se lleva ropa al cuerpo.
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Fuente: www.clarin.com