- noviembre 22, 2024
Si experimentas dolores intensos o que interfieren con tu vida diaria, busca la orientación de un especialista.
Los dolores menstruales, o dismenorrea, son una experiencia común para muchas mujeres, pero no deben considerarse normales ni algo que simplemente «se debe soportar». Aunque es habitual que las menstruaciones estén acompañadas de molestias, el dolor incapacitante o recurrente puede ser señal de problemas de salud subyacentes que merecen atención médica.
La dismenorrea primaria, causada por contracciones uterinas intensas, afecta al 50-90% de las mujeres en edad reproductiva, según la revista American Family Physician. Sin embargo, cuando el dolor es severo y persistente, puede ser un síntoma de condiciones como la endometriosis, los fibromas uterinos o la adenomiosis (Mayo Clinic, 2022). Estas afecciones no solo afectan la calidad de vida, sino que también pueden dificultar la fertilidad si no se tratan a tiempo.
El estigma y la falta de información sobre la salud menstrual suelen llevar a que las mujeres minimicen sus síntomas o no busquen ayuda. Según la organización Endometriosis UK, muchas mujeres tardan hasta ocho años en recibir un diagnóstico adecuado. Este retraso ocurre en parte porque tanto pacientes como médicos tienden a subestimar el impacto del dolor menstrual.
Es crucial cambiar la narrativa. Hablar abiertamente sobre los dolores menstruales y reconocer que no son algo «normal» es un paso vital. Opciones como cambios en el estilo de vida, terapias hormonales o incluso intervenciones quirúrgicas pueden ofrecer alivio y mejorar la calidad de vida (Cleveland Clinic, 2023).
Importante; no normalizar el dolor es el primer paso para priorizar tu bienestar.
Fuentes: