- julio 23, 2013
Generalmente, todas tratamos de evitar llorar en el trabajo. Pero aunque tratemos, nadie se salva y alguna vez nos pasa. Esto es bastante incómodo, no sólo para la que llora, sino para todos los que están cerca.
La regla de oro
La primera y más importante consideración cuando estás mirando a alguien llorar es la empatía. Suena obvio. Pero hay gente que no está preparada para manejar la situación, y lo único que puede hacer es reírse. Por supuesto, esto es lo peor que se puede hace. Pensá en cómo te gustaría que te traten si fuera al revés.
Cambiá el Paisaje
Tener a la persona llorando delante de todo el equipo de trabajo no es bueno para el grupo, y, obviamente, no es bueno para la que llora. Así que ante la primera señal de problemas, acompaña a esa persona a un lugar más privado. Una oficina vacía o sala de conferencias puede ser un muy buen lugar, pero evita el baño ya que puede haber gente y si bien la persona necesita recuperar la compostura, es mejor un ambiente más profesional y no uno con ruido a agua corriente.
Deja correr las lágrimas
Por extraño que parezca, a veces lo mejor que podes hacer por un colega que está llorando es dejarlo descargarse. Tratar de poner un freno a cualquier emoción que provocó el llanto sólo puede empeorar la situación. El simple hecho de hablar no solo te puede ayudar a calmar las emociones sino también a crear un vínculo con tu colega.
Seguir trabajando.
Por último, pero no menos importante, está el asunto de cómo reaccionar una vez que las lágrimas se han secado. Dependiendo de la situación, la persona puede estar lista para regresar a su escritorio después de recuperar la compostura, pero el resto del equipo puede no saber qué hacer. Mientras ustedes estaban lejos, seguramente sus compañeros sacaron todo tipo de conclusiones acerca de la razón del llanto. Por desgracia para los curiosos, no es asunto de ellos, y a menos que la persona que llora te dé específicamente permiso para hablar, no lo hagas. Pedile a tus compañeros que vuelvan a trabajar.
Todas lloramos por diferentes razones y por lamentable que sea, con el tiempo, puede pasarle a cualquiera. Por lo tanto, si le pasa a alguien de tu trabajo, recordá que somos seres humanos y la empatía es el mejor camino.
Lleva a la persona que llora a la sala de reuniones, y sentate con ella. Pregúntale qué le está pasando, dale un vaso agua y déjala que se componga.
Fuente: Jennifer Winter, para The Daily Mail