- noviembre 4, 2024
Sigue en expansión, impulsado por políticas inclusivas y la creciente evidencia de los beneficios de la diversidad de género. En Paraguay también se ha avanzado en el ámbito empresarial y ocupan roles clave en ciertos sectores.
El rol de la mujer en el mundo empresarial ha evolucionado significativamente en las últimas décadas, y aunque persisten desafíos, las mujeres han alcanzado posiciones de liderazgo en una amplia variedad de sectores. Actualmente, las mujeres ocupan aproximadamente el 31% de los cargos de alta dirección a nivel mundial, según el informe de Grant Thornton en 2023, aunque esta cifra varía dependiendo de la región y del tipo de industria.
La participación femenina en el ámbito empresarial ha aumentado gracias a la creciente concienciación sobre la igualdad de género y la implementación de políticas inclusivas. Diversos estudios indican que las empresas con liderazgo diverso tienen un mejor desempeño financiero y una mayor adaptabilidad en entornos cambiantes. Un estudio de McKinsey, «Diversity Wins: How Inclusion Matters», revela que las compañías en el cuartil superior de diversidad de género en sus equipos de liderazgo tienen un 25% más de probabilidades de obtener rendimientos financieros superiores al promedio de su industriaargo, persisten barreras significativas, como la desigualdad salarial y la falta de oportunidades en ciertas áreas.
A pesar de los avances, las mujeres aún enfrentan obstáculos notables, como la «brecha de género» en el ámbito salarial y el fenómeno del «techo de cristal», que limita su ascenso en muchas organizaciones. Un informe de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) destaca que la brecha salarial global entre hombres y mujeres persiste en casi todas las economías, con diferencias que llegan al 20% en algunos casos, incluso cuando ocupan cargos similares. Esto se debe en parte a la menor representación femenina en sectores mejor remunerados, como tecnología o finanzas, y en roles de toma de decisiones.
Además, el equilibrio entre la vida laboral y personal continúa siendo un desafío para muchas mujeres, especialmente en países donde las políticas de apoyo familiar, como el permiso de maternidad y la flexibilidad laboral, no son suficientes. La falta de redes de apoyo dentro de las empresas también limita las oportunidades de desarrollo y de mentoría para las mujeres que buscan ascender en sus carreras.
Políticas de inclusión y sus beneficios
Para reducir estas barreras, muchas empresas han implementado programas de diversidad e inclusión que buscan crear entornos laborales más equitativos. Estas políticas incluyen desde capacitaciones sobre igualdad de género hasta la creación de comités de diversidad que supervisan el progreso en términos de igualdad. Ejemplos notables se encuentran en empresas tecnológicas líderes como Microsoft y Google, que han establecido cuotas de género en sus juntas directivas y fomentan la contratación de mujeres en roles tradicionalmente dominados por hombres.
Además de la equidad, los beneficios de estas políticas son visibles en el desempeño de las organizaciones. Empresas con una mayor proporción de mujeres en posiciones de liderazgo no solo muestran mejor rendimiento financiero, sino que también gozan de una cultura organizacional más inclusiva y diversa. Un estudio del Peterson Institute for International Economics encontró que las empresas con una participación de al menos un 30% de mujeres en posiciones ejecutivas presentan un aumento del 15% en la rentabilidad de sus márgenes.
Existen numerosos ejemplos de mujeres que han marcado una diferencia en el mundo empresarial. Sheryl Sandberg, ex directora de operaciones de Facebook, es una de las voces más reconocidas en el ámbito de la inclusión de género y ha inspirado a muchas mujeres a aspirar a cargos directivos. Mary Barra, CEO de General Motors, es otra figura importante, siendo una de las primeras mujeres en liderar una gran compañía automotriz, un sector tradicionalmente dominado por hombres. Estas líderes han demostrado que, aunque el camino no sea fácil, es posible superar las barreras estructurales y culturales en el ámbito empresarial.
Paraguay
En Paraguay, el rol de la mujer en el mundo empresarial ha avanzado, aunque persisten desafíos significativos. Si bien cada vez hay más mujeres en cargos gerenciales y de alta dirección, aún representan aproximadamente el 40% de estos roles, quedando el 60% en manos de hombres, especialmente en áreas como tecnología, logística y gerencia general, donde la brecha es más marcada. Las mujeres en estas posiciones suelen enfrentar diferencias salariales, ganando un 25-30% menos que sus colegas masculinos en roles equivalentes. Fuente.
La educación de las mujeres en Paraguay ha mejorado, siendo común que cuenten con niveles de formación más altos que los hombres para optar a los mismos cargos. No obstante, factores culturales y estructurales como la carga doméstica y el acceso limitado a redes de liderazgo limitan su ascenso en muchas empresas. Además, las mujeres suelen ser evaluadas bajo criterios distintos que los hombres, especialmente en relación a la maternidad y permisos familiares, lo que afecta sus oportunidades de crecimiento profesional. Fuente.
En el sector financiero, por ejemplo, las mujeres han ganado presencia, representando una parte significativa de la toma de decisiones. María Fernanda Carrón, exdirectora del Banco Central de Paraguay, señala que, si bien la inclusión financiera femenina ha avanzado, muchas empresarias aún encuentran barreras para acceder a financiamiento debido a la falta de historial crediticio o garantías, situación que afecta especialmente a las pequeñas y medianas empresas lideradas por mujeres. Estas dificultades reflejan la necesidad de promover la igualdad de acceso a oportunidades financieras y de liderazgo, un aspecto en el que el país ha mostrado algunos progresos gracias al impulso de productos financieros orientados a las necesidades de las mujeres. Fuente 1. Fuente 2.
Aunque las mujeres en Paraguay han avanzado en el ámbito empresarial y ocupan roles clave en ciertos sectores, existen brechas en la equidad salarial, acceso a puestos de alta dirección y financiamiento.