Meterse al mar tiene grandes beneficios

  • Si estás de vacaciones en la playa, potencialo dándote un chapuzón en el mar. Es más beneficioso de lo que creés.

    Compartir:

    No solo puede ser placentero y gratificante darse un chapuzón en el mar un día de playa, también puede ser muy beneficioso. En la composición del agua marina encontramos componentes como cloro, sodio, azufre, potasio, calcio y magnesio, que benefician partes de nuestro cuerpo como son la piel, los pulmones y las articulaciones. Es beneficioso en enfermedades reumáticas, traumatológicas, dermatológicas, del sistema respiratorio o del sistema venoso y linfático venoso.

    Beneficios en la piel

    Uno de los órganos que más se beneficia de las propiedades del agua del mar es la piel. Las sales minerales como cloruros de sodio, magnesio, calcio, potasio, yodo, etc., proporcionan propiedades beneficiosas como:

    -Efecto antioxidante.

    -Efecto cicatrizante y desinfectante.

    Beneficios sobre las vías respiratorias

    La brisa marina está mucho más libre de impurezas que el aire que respiramos en las grandes ciudades, más contaminado y con mayores índices de CO2. En la orilla del mar, respirar profundo y darnos un chapuzón nos proporcionará muchos beneficios, por el contenido en yodo y porque ayuda a limpiar las vías respiratorias. El aire marino, además, produce ozono de forma natural con propiedades bactericidas que también previene enfermedades respiratorias.

    Beneficios para el sistema musculo – esquelético

    Una caminata por la playa: a unos 5-6 Km/h, irá adaptando nuestro organismo y tonificando la musculatura de piernas y muslos. Incluso si se hace un poco de esfuerzo y se sube un poco de pendiente también se tonificarán los glúteos.

    Nadar mejora nuestra musculatura, y el golpe de las olas actúa a modo de masaje provocando relajación muscular. Además mejora el retorno venoso y genera un buen drenaje linfático.

    Beneficios sobre el sistema nervioso

    La ionización negativa de la brisa marina aumenta los niveles de serotonina, con lo que comienzan a disminuir los niveles de ansiedad. Además, el sol y el calor tienen efectos sedantes, por lo que, tras un baño, la fatiga acumulada por el esfuerzo facilita la relajación y la inducción al sueño.

    Compartir:

    Más notas: