- enero 3, 2023
Para evitar la descamación durante la exposición solar y mantener un bronceado el mayor tiempo posible es indispensable preparar la piel para el sol.
Para evitar esta situación, tan antiestética como peligrosa, hay que comenzar a cuidar la piel unas semanas antes de la exposición.
Exfoliar + hidratar = la ecuación perfecta para no pelarse
Para lucir un bronceado uniforme y ganar luminosidad, nada mejor que una exfoliación facial. Este gesto ayudara a erradicar el exceso de sebo y las impurezas que obstruyen los poros y apagan la piel.
Si tenés la piel seca y frágil, opta por un exfoliante suave para el cuerpo y el rostro. Las pieles grasas, en cambio, deberían utilizar un exfoliante rico en granos y más gruesos.
El segundo paso es hidratar la piel para mantener el bronceado. Para ello, hay que aplicar un aftersun e incorporar un tratamiento natural a base de aceite de zanahoria, rico en caroteno y vitaminas B y F.
Además de tu crema nutritiva o diaria, es ideal aplicar una o dos veces por semana una mascarilla en gel sobre el rostro. Obviamente esta rutina es válida para la piel del rostro y para todo el cuerpo.
Fuente: Elle Argentina