- diciembre 8, 2022
Es verdad que esta temperatura no ayuda demasiado a cumplir con los «mandamientos» del skincare.
Hay días en los que brillamos más y otros en los que estamos más resecas o hasta sensibles. Aunque no lo creas, es muy posible que en el verano la piel se reseque más que en el invierno. Primero, porque suele deshidratarse al exponerla a los rayos UVA y UVB.
Además, transpiramos más de lo normal y sentimos la necesidad de limpiar nuestra piel más seguido, sacrificando su barrera protectora e hidratación.
Como si todo esto fuera poco, solemos tocar más seguido nuestra frente y cuello con las manos sucias para retirar el exceso de sudor, lo que resulta en poros congestionados o acné.
Por estos motivos, no podemos dejar de lado nuestra rutina de skincare, aunque la podemos adaptar para mantener la piel fresca y sana.