- agosto 28, 2020
Cuando se sufre sensibilidad dental, toda ayuda es poca para aliviar los dolores y molestias que ocasiona.
Todos padecimos en algún momento de nuestra vida la sensibilidad dental y en verdad es realmente molesto. Los dolores punzantes que se originan en la boca pueden llegar a ser un auténtico problema que conviene consultar con un especialista, mientras que desde casa ayudamos a aliviar con sencillos remedios caseros. Por eso, además de consultar con tu dentista, quiero ofrecerte esta serie de remedios caseros que pueden ayudarte a aliviar los síntomas, según publica el portal Hola.
Enjuagues con agua y sal
Este es sin duda el remedio casero más sencillo y efectivo ante determinadas dolencias e infecciones bucales. La sal tiene propiedades antibacterianas y puede sernos de gran ayuda a la hora de tratar la sensibilidad dental. Solo tienes que diluir una cucharadita en un vaso de agua templada y realizar enjuagues dos veces al día, tras el cepillado de dientes habitual.
Bicarbonato de sodio
En ocasiones, la falta de saliva en la boca (conocida como xerostomía) agrava la sensación de dolor punzante en el esmalte dental. Es ese caso el bicarbonato de sodio resulta de gran ayuda. La cantidad de bicarbonato que necesitamos es la cuarta parte de una cucharada diluida en agua. Puedes realizar varios enjuagues al día e, incluso, puedes cepillar tus dientes con el cepillo humedecido en esta mezcla.
Jengibre
La raíz de jengibre tiene propiedades antiinflamatorias y antioxidantes que reducen la molesta sensibilidad de nuestros dientes gracias a su efecto calmante. Puedes rallar un trozo de raíz y aplicarlo directamente sobre la zona en la que tengas la molestia, aunque lo más recomendable es que prepares una infusión con la que puedas realizar varios enjuagues al día.
Infusión de menta
La menta es antibacteriana y antiinflamatoria, por lo que disminuye el dolor causado por la sensibilidad del esmalte dental y evita que aumenten las bacterias causantes de posibles infecciones. Infusiona hojas de menta durante unos minutos en agua hirviendo y luego deja que se enfríe. Entonces podrás realizar con esta infusión varios enjuagues al día.
Hábitos que debes cambiar.
A veces hay pequeños gestos diarios que aumentan la sensibilidad dental y que, si los conocemos, podemos evitar y así evitarnos el malestar. Por ejemplo, es recomendable evitar alimentos y bebidas que son especialmente ácidos y pueden desgastar el esmalte dental, como los refrescos, los zumos de frutas cítricas o el vino. También es conveniente evitar los alimentos y bebidas demasiado fríos; es preferible esperar antes de ingerirlos para no sufrir dolor.
Por supuesto, es importante que utilices un cepillo suave y un dentrífico no abrasivo, además de abandonar hábitos tan poco recomendables como morderte las uñas.