Una psicóloga, experta en relaciones entre padres e hijos expone algunos tips muy buenos para ponerlos en práctica y lograr una mejor relación.
Quizás cuando leas este post recuerdes que en tu niñez el respeto hacia los mayores no era algo que puedas negociar.
Una falta de respeto a los abuelos, tus padres o personas mayores ya era motivo de algún castigo.
La experta segura que, la mejor manera de recibir respeto de los hijos a cualquier edad, es ser consecuente entre sus palabras y sus actos, y evitar que el menor o adolescente obtenga lo que desee sin ofrecer respeto a cambio.
A continuación las tres claves que podrían ayudar a mejorar esa relación entre padres e hijos, expuestas en el portal i24 Mujer.
1. Ser consecuente con los pensamientos, palabras y actos
Si el menor observa que intentas imponer reglas y conductas en la vida de él, sin aplicarlas primero en tus propias actitudes, entenderá que no respetas tus condiciones y empezará a desautorizar y poner en duda tus argumentos.
2. Sin respeto no hay recompensa
Es importante que desde los primeros años de vida del pequeño, entienda que solo puede obtener una recompensa cuando sus acciones se presentan en un entorno de respeto. Cuando se premia al menor sin haber realizado un esfuerzo previo, o se evitan pataletas y berrinches accediendo a sus peticiones, se educa al menor en un entorno de facilismo que desdibuja por completo la figura de respeto y autoridad en su vida.
3. Destaca siempre las figuras de autoridad
Sin imponer miedo, pero destacando las consecuencias, los pequeños deben aprender a identificar las figuras de autoridad en todo su entorno, desde el comportamiento en la casa y el colegio, hasta las actitudes en un restaurante, mercado o parque. Cuando se destaca el valor del individuo y su rol en la sociedad, el menor aprende a identificar la autoridad sin miedo hacia ella.