Las parejas que no son felices siguen juntas a pesar de reconocer que sus relaciones no son buenas. Te contamos por qué no pueden romper.
Nadie puede entender cómo hacen las parejas para seguir juntas a pesar de las constantes discusiones o las faltas de respeto entre ambos.
Las parejas infelices siguen juntas en un alto porcentaje de todas las sociedades del mundo pero, ¿por qué continúan?
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En muchas ocasiones cada palabra, cada gesto de alguno de sus miembros deriva rápidamente en una discusión. Llega un momento en el que solamente se hablan para reprocharse o tirar culpas. Un desgaste de energía que afecta a ambos y todo el entorno.
Uno o los dos integrantes de la pareja viven detrás de un muro construido con mentiras. Incluso, las infidelidades son recurrentes, pero ni aún así pueden romper la relación.
Se pierde el interés por los logros de la pareja, quien sigue su camino a un ritmo totalmente desigual y sin consideraciones.
Todos pueden notar a una pareja infeliz que siguen juntas y hoy intentaremos entender por qué lo hacen:
- Mandato familiar u orgullo ignorante. Existen en muchas familias el mandato que incita a los hijos a casarse para toda la vida. La orden, absurda, es tolerar todo lo que suceda para no manchar el apellido con una separación. Si se tomó la decisión de vivir en pareja, entonces ya no pueden volver atrás.
- Miedo a quedarse solos. La soledad suele ser un fantasma que asusta a muchas personas. Por este motivo, hay quienes eligen continuar con una vida aburrida y triste, antes que pasar un tiempo solos.
- Los hijos necesitan una familia, como sea. Uno de los errores más graves que cometen las parejas es continuar juntas porque tienen hijos en común. Nada más lejano a la realidad. Los hijos serán felices en la medida que sus padres también lo sean. Crecer en un ambiente hostil, lleno de peleas, es la peor de las infancias.
- El tiempo invertido en la relación tiene su precio. Algunos están convencidos que los años dedicados a la relación, como el dinero que invirtieron en ella, justifican el esfuerzo de seguir juntos.
- La dependencia emocional o económica. En las relaciones tóxicas se encuentran personas que dependen emocional o económicamente de su pareja. Saben que son infelices en esta relación, pero creen que con una ruptura no podrían sobrevivir.