Dermatóloga recomienda no exponer a los rayos de sol a bebés menores de dos años y prestar atención al uso de bloqueadores.
No exponer al sol a niños menores de dos años, así como a adultos mayores, cuidarse de posibles episodios de insolación y reacciones alérgicas a productos químicos y farmacológicos utilizados para protegerse de los rayos del sol, son los consejos de alerta en estos tiempos de calor por parte de los profesionales de la Cátedra y Servicio de Dermatología del hospital de Clínicas.
Ana Buongermini, dermatóloga pediátrica del hospital de Clínicas, dijo mediante la agencia IPParaguay que no es recomendable exponer a niños menores de dos años al sol, así como a que se les apliquen bloqueadores y protectores solares, antes del primer año de vida.
“Como la piel del bebé no está preparado para ser expuesto al sol, por ser una piel nueva, es medicamente recomendable que niños menores de dos años, no sean expuestos a los rayos solares, así como tampoco es aconsejable la aplicación en niños menores de un año, de bloqueadores o protectores solares por las mismas razones”, sostuvo.
La médica sugirió que a partir de los dos años, los niños pueden ser expuestos al sol, pero extremando precauciones como la aplicación de protectores pediátricos dermatológicamente testados, la exposición en horario adecuado (antes de las 10 horas y luego de las 16 horas ), el uso de quepis o sombreros, y si se está en alguna playa, usar protección adicional, como las sombrillas.
Si los pequeños son lanzados al agua, se recomienda que entren con alguna ropa, que de igual modo los proteja de los rayos solares, y una vez fuera del agua; tomarse una ducha para retirar cualquier resto de sedimento o sustancia química.
En el caso de los adultos mayores, los cuidados son similares ya que la piel también se vuelve mas sensible como en niños pequeños, por lo cual deben tomar las mismas recomendaciones, y muy especialmente los que tengan enfermedades de base, como los diabéticos, hipertensos, con problemas cardio-vasculares, reumas; etc.
“Tanto en niños menores y adultos mayores, el punto común es cuidarse de exponerse directamente a los rayos del sol, más aún en horas no recomendadas: tomar protección adicional como cubrirse la cabeza y los ojos; evitar la exposición prolongada al sol; preocuparse de la hidratación permanente con líquidos, de ser posible agua y jugos naturales”; manifestó Buongermini.
En cuanto a cuadros de reacciones alérgicas por exposición al sol, la profesional refirió que por lo general las mismas se dan por reacción a productos químicos y farmacológicos, como los protectores, bloqueadores y bronceadores solares; y en menor medida por productos como el cloro; y por supuesto, por baño en lugares contaminados.
En todos los casos se sugiere realizar una prueba en el antebrazo o en pantorrillas y si se observan cambios o reacciones en la piel, suspender el uso de los mismos. De igual modo en caso de presentarse alergias por inmersión al agua, suspender inmediatamente y consultar con el médico.