Cuando casi se hablaba más de Irina Shayk por su faceta amorosa que por la profesional, deja al mundo boquiabierto con la campaña que acaba de protagonizar para Givenchy, en compañía del también modelo, Chris Moore, como Dios los trajo al mundo aunque ninguno de los dos parece de este mundo.
A pesar de que Shayk siempre ha tenido en mente dedicarse al cine, la tentación publicitaria hace que siga sucumbiendo a continuar su carrera como modelo en lo que parece el más difícil todavía: posar completamente desnuda pero estratégicamente tapada.
Sus propios brazos velan por mantener ocultas las zonas más íntimas de su cuerpo, en una estudiada naturalidad que desarma a cualquier público.
Cuando casi se hablaba más de Irina Shayk por su faceta amorosa que por la profesional, deja al mundo boquiabierto con la campaña que acaba de protagonizar para Givenchy, en compañía del también modelo, Chris Moore, como Dios los trajo al mundo aunque ninguno de los dos parece de este mundo.
La modelo rusa ha colgado las tórridas fotos de la campaña en su cuenta de Instagram, al igual que Riccardo Tisci, director artístico de la firma francesa, para presentar a los nuevos embajadores de Givenchy.
“Este shooting no es para mostrar los cuerpos perfectos, ambos forman parte de la futura campaña de vaqueros que entregará Givenchy. Una campaña que según los clichés, parecerá muy sensual, claro”, escribía la ex de Cristiano Ronaldo y actual novia de Bradley Cooper, en una de sus publicaciones en su perfil de Instagram.
Visto lo visto, la campaña publicitaria está siendo un éxito no solo por la nueva colección de pantalones vaqueros que presenta, sino también por la variedad de posados-posturas de Shayk y Moore.EFE