- agosto 23, 2015
Tras «Mamma Mia!» e «Into the Woods» todo el mundo sabía que Meryl Streep era una buena cantante, pero en su última película la actriz va un paso más allá y se cuelga la guitarra eléctrica para convertirse en toda una rockera.
«Ricki and The Flash», que se estrena en España el 28 de agosto, pone a Streep en la piel de una mujer que dejó a su familia para perseguir sus sueños musicales y que, años después, debe hacer un paréntesis en su vida como líder de un grupo de versiones en un bar de California para regresar a casa ante los problemas de su hija.
Streep canta, maneja con destreza la Telecaster y es el gran reclamo de una cinta que cuenta además con el aliciente de ver a la tres veces ganadora del Oscar como madre de Mamie Gummer, su propia hija.
«Fue muy divertido y estoy muy orgullosa de ella, porque creo que es fantástica», dijo Streep en una entrevista con Efe sobre la experiencia.
En pantalla, las dos mantienen una relación de amor-odio que depara intensas discusiones y peleas. ¿Cómo fue para Streep escuchar los gritos de su hija?
«No es nada comparado con lo que realmente me ha dicho», asegura entre risas la actriz, que dice haber escuchado de ella cosas «mucho peores y mucho más alto».
Para Gummer, de 32 años y conocida sobre todo por su carrera en televisión, esas escenas suponían sin embargo un reto, según dijo a Efe.
«Estaba un poco nerviosa, porque no quería resultar hiriente de ningún modo. Pero tan pronto como Jonathan (Demme, el director) dijo ‘¡corten!’ en esa escena, y la miré y tenía una gran sonrisa, supe que todo estaba bien», asegura.
La película, escrita por Diablo Cody («Juno»), no desaprovecha la oportunidad de poner a Streep sobre el escenario y la rodea de secundarios de lujo.
Bernie Worrell -fundador de Parliament-Funkadelic y durante años teclista con Talking Heads-, Rick Rosas -bajista de Neil Young y muchos otros- y Joe Vitale -batería original en los conciertos de Crosby, Stills & Nash- forman parte de «The Flash», la banda que arropa Streep en su papel de Ricki, a quien acompaña a la guitarra solista Rick Springfield.
El australiano, un superventas en los ochenta, ha sido en los últimos años un habitual en las pantallas, con papeles en series como «True Detective».
«Necesitábamos a alguien que pudiese reventar la sala con su habilidad a la guitarra (…), pero también tenía que ser un actor maravilloso. Habíamos visto a gente que podía hacer una cosa o la otra, hasta que Rick vino y lo tuvimos muy claro», explica Streep sobre el papel de Springfield.
La actriz, que aprendió a tocar la guitarra eléctrica para la película, no desentona en absoluto y pone voz a versiones de clásicos del rock y a un par de temas más modernos, incluida una original interpretación del «Bad Romance» de Lady Gaga.
Springfield dijo a Efe que en ningún momento dudó de que Streep estaría a la altura. «Si puede lograr un acento australiano como ha hecho, me imaginé que podría dominar la guitarra», bromeó.
«Tocar la guitarra, cantar a la vez y hacerlo como un personaje es bastante impresionante y la gente no se da cuenta de la dificultad», destacó sobre el papel de Streep.
La película, en cierta medida, pone también sobre la mesa las dificultades con las que muchas veces las mujeres se siguen encontrando a la hora de perseguir una carrera artística o los sacrificios que deben hacer por sus familias.
«Yo no (lo he vivido), pero creo que muchas mujeres sí», asegura Streep, que en su caso cree que la de actriz ha sido una profesión que le ha permitido pasar tiempo en casa con su familia, «mucho más que si fuese arquitecta, planificadora urbana, trabajadora social o cualquier otro trabajo que te da dos semanas libres en agosto».
Para su hija, las mujeres lo tienen «claramente más difícil», porque tienen «expectativas y presiones distintas», parte impuestas a ellas mismas y parte como resultado de la sociedad.
«Creo que hay cosas que podemos hacer para tratar de igualar esas expectativas y el equilibrarlo todo un poco», opina.
En su caso, Gummer destaca el «modelo maravilloso» que le ofreció su madre, a la que agradece haber apostado por el trabajo que amaba.
«Creo que si lo hubiese dejado todo por nosotros no sería la persona que es y no sería lo feliz que es. Creo que es importante tener una vida completa y totalmente formada para tus hijos», señala.EFE