El sombrero Panamá, un superviviente

  • Marlon Brando, Humphrey Bogart , Frank Sinatra, Michael Douglas, Roosevelt o Churchill han llevado esta elegante prenda.

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    El clásico sombrero Panamá, de color marfil y ala ancha, complemento de gánsters, galanes y aventureros en el cine, es una prenda atemporal que ha sobrevivido a modas y épocas saltando desde las cabezas de los obreros del canal de Panamá a los más refinados vestidores de políticos, actores y artistas.

    El mafioso Vito Corleone, interpretado por Marlon Brando en “El padrino”, era un cruel enemigo envuelto, no obstante, en un aura de distinción y elegancia que conseguía, en ocasiones, gracias a prendas como el sombrero Panamá, y actores como Humphrey Bogart o Michael Douglas lo llevan fuera de cámaras.

    El sombrero Panamá se ha interpretado en colores y formas. EFE/ Alejandro Bolívar

    El sombrero Panamá se ha interpretado en colores y formas. EFE/ Alejandro Bolívar

    Orson Welles y John Huston consideraban esta prenda un talismán, y artistas como Sean Connery o Frank Sinatra se han aprovechado de su grácil elegancia para forjar su fama de seductores con clase.

    Material noble

    El secreto del sombrero de paja toquilla, la fibra vegetal con la que se fabrica el Panamá en ciudades ecuatorianas como Guayaquil, Cuenca o Montecristi, donde se manufacturan los más finos y costosos, reside en la nobleza de su material, tan ligero, flexible, fresco y elegante que el gerente de la fábrica alicantina Costa y Soler, José Pedro, lo llama “el Mercedes de los sombreros“.

    Los autóctonos ecuatorianos trabajan la palma en sus casas sometiéndola a un proceso de cocción, secado, lavado, blanqueado, horneado y planchado, un trabajo que puede durar entre un día y ocho meses, para exportar los conos y capelinas a fábricas como Costa y Soler, donde se manipulan la forma y el ala del sombrero.

    Luego, desde esta industria valenciana se comercializan los sombreros de jipijapa, como también se les conoce, en España “donde nuestro objetivo son sombrererías especializadas como Casa Yustas, en Madrid”, explica a Efe Estilo José Pedro y se exportan a países como Portugal, Alemania, Francia y España.

     

    Desde el siglo XVII

    El sombrero Panamá fue utilizado con un fin práctico, protegerse del sol, por los obreros contratados por Fernando Lesseps para la construcción del Canal de Panamá, en 1880, aunque su fabricación en Ecuador se documenta desde comienzos del siglo XVII.

    Uno de los modelos que comercializa Costa y Soler. EFE/ Cedida por Costa y Soler.

    Uno de los modelos que comercializa Costa y Soler. EFE/ Cedida por Costa y Soler.

    El que fuera presidente estadounidense, Theodore Roosevelt, se encargó de popularizarlo cuando visitó las obras del canal en 1906, y hoy su uso continúa asociándose con la sofisticación y el buen gusto, a lo que también ha contribuido el aumento de su precio, condicionado, a su vez, “por el ancho de la palma”, afirma José Pedro.

    “Si la palma es más ancha, la calidad es más baja, y, por tanto, su precio también es menor; al contrario, si la palma es más fina, cuesta más tejerlo, y por tanto su precio, si se trata de un buen Montecristi, por ejemplo, puede ascender a los 10.000 dólares (7.575 euros)”, comenta este entendido en sombrerería.

    Si se trata de un sombrero salido de los talleres del famoso tejedor Simón Espinal, el precio puede alcanzar los 70.000 euros.

    En la pasarela más actual

    En MFSHOW Men, Lander Urquijo presentó una colección que incluía este complemento, ideal para el esmoquin

    La vigencia de este modelo de sombrero, cuyo tejido fue declarado, en 2012, patrimonio cultural inmaterial de la humanidad por la UNESCO, es tal que suele utilizarse como complemento de un “look” habanero moderno, delicia de “hipsters” y seguidores de lo “vintage”, como se pudo ver en la colección que el sastre Lander Urquijo presentó recientemente en la pasarela alternativa MFSHOW.

    Un puro en el bolsillo del esmoquin y un sombrero Panamá le bastaron para que su moda urbanita con guiños clásicos rezumara un encanto especial.

    El aderezo de estos sombreros cuando los lucen mujeres va desde flores a lazos, pasando por una paleta de color que añade a los tradicionales blanco y marfil tonos “nude”, rosa, azul eléctrico, rojo o verde lima. Su uso, igualmente, no está reñido con ningún estilo, ni siquiera con un vestidor tan alternativo como el del actor Johnny Depp, que acostumbra a llevar este tipo de sombreros.

    El cuidado de un buen sombrero Panamá, independientemente de su forma o color, no cambia, ya que ha de guardarse “en un ambiente húmedo” y, a poder ser, en una caja de madera especial, recomienda José Pedro. “Cada catorce días conviene humedecerlo”, añade. EFE

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