Si estás viendo a tu perro más cansado que de lo normal, o de pronto notás que se queja al momento en que se acuesta, o ves que evita cualquier contacto con su estómago entonces hay grandes posibilidades de que tenga un fuerte dolor de estómago.
Realizá estos pasos que pueden ayudar mucho a tu perro, pero no olvides consultar con su veterinario para evitar complicaciones más severas.
- Cambia el agua de su plato; tirá el agua que está en su plato, dale una buena enjuagada o limpieza al plato y agrega agua fresca, nueva y filtrada. Esto quitará la posibilidad de que el dolor de estómago sea causado por una bacteria en el agua. Asimismo, debes hacer esto con la comida por las mismas razones.
- Alimenta a tu perro con una taza de caldo de pollo a temperatura ambiente. No es necesario calentarlo, simplemente vertí en un plato aparte. El caldo de pollo tiene un ingrediente que calmará casi de manera inmediata el dolor de estómago de tu perro.
- Deja que tu perro descanse en un lugar cálido y seguro. Es posible que tu perro tenga un lugar favorito para descansar, así que anímalo a que tome una siesta ahí.
- Ejercitá a tu perro una vez que se sienta un poco mejor; esto estimulará el movimiento de los intestinos y ayudará a eliminar cualquier razón de sobra para su dolor de estómago.
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