El diseñador hondureño Carlos Campos ha vuelto a encontrar su inspiración en el arte para llevar a la pasarela una elegante colección otoño/invierno para hombres en la que los rostros toman forma, previo al inicio de la Semana de la Moda en Nueva York.
Campos, cuyas pasadas colecciones se habían inclinado más hacia piezas con «look» más deportivo, pero, con sus características terminaciones sastre, presentó hoy diseños clásicos en chaquetas bomber, conjunto de pantalones y americanas tipo esmoquin y abrigos, que integran además sudaderas, así como camisas con tres colores, como los collage que la inspiraron.
«Un artista español que conocí en Lima hacía collage con textiles y eso me pareció interesante. Él hacía muchas caras. Siempre había visto collage de papeles pero no con telas y me fascinó», dijo sobre el artista gráfico y director de arte Rafafans, radicado en Perú.
Campos, miembro del Concejo de Diseñadores, trabajó su colección, en la que predomina el azul oscuro, en seda, algodón y lana, así como en neopreno, que al parecer llegó para quedarse entre los diseñadores, sobre el que trabajó como si se tratase de un lienzo para crear rostros masculinos.
La nueva colección «es acerca del poder transformador del arte para cambiar la percepción desde el punto de vista del ojo del espectador», señaló el modisto, que para su trabajo anterior, primavera/verano, se inspiró en el arte del artista urbano español Javier Abarca.
«La idea para esta colección era agarrar elementos de lo que él hace con líneas y texturas y plasmarlas en una prenda, no copiarlas, sino crear rostros que la gente pueda identificar», indicó Campos, que presentó su propuesta en vísperas del inicio de la Semana de la Moda, en la que el gran ausente será el dominicano Oscar de la Renta (1932-2014).
El modisto propone vestir al hombre con tradicionales chaquetas de neopreno con doble costura a lo largo del brazo, abrigos a la rodilla más largos al frente y terminando en puntas, siguiendo la tendencia de los collage de la creación a base de la deconstrucción, y otros más cortos.
Siguiendo esa fusión de formas y colores, las camisas combinan tres tonos (blanco, azul oscuro y azul claro) y las sudaderas dibujan un rostro en líneas horizontales.
«Me encantan los collage y fue así que empezamos a jugar con la colección», dijo desde su nuevo taller, donde el exigente modisto diseña, hace los patrones y cose.
«Esta colección es un retorno a lo clásico, a los trajes, donde las chaquetas tienen solapas de esmoquin pero abajo tienen otro corte y los cuellos de las camisas están hechos como para corbata, pero tienen muchos colores» y sus características terminaciones de sastre, que aprendió de su padre en Honduras.
Este modisto, que emigró solo a los trece años, se ha inspirado antes en el trabajo del arquitecto Santiago Calatrava, en la novela «El amor en tiempos de cólera» de Gabriel García Márquez y la poesía de Pablo Neruda.
Los diseñadores Lucio Castro, de Argentina, y Carlos GarcíaVélez, de México, también mostraron hoy sus propuestas para hombre, el primero, inspirada en el cine, que es su gran musa, y el segundo, en su debut en la industria de la moda, en la ciudad.
El argentino propone para la próxima temporada otoño/invierno piezas cómodas, que incluyen pantalones cortos, largos con volumen y terminado en un puño, o, tipo pitillo con un botón, algunos sobre el tobillo, sudaderas, chaquetas deportivas y abrigos, en la que mezcla una corriente como el dadaísmo con efectos en 3D.
GarcíaVélez, arquitecto, presentó una colección que fusiona lo elegante y lo deportivo.EFE