Nada mejor que una dieta adecuada, el buen descanso y la práctica de ejercicio físico para lograr descansar sin preocuparse de los problemas cotidianos. En la nota te damos unos tips para conseguirlos.
Muchas veces los problemas de la casa, los hijos o el trabajo no nos permite descansar plácidamente por las noches. La clave, dejar los pendientes para después.
¿Cómo hacer para no preocuparse tanto?
1. Aceptar la incertidumbre: la tolerancia a la incertidumbre es un factor que se debe desarrollar. A veces llega a ser incluso peor que lo negativo que ocurra, la alternativa más saludable para todos es la de evitar preocuparse por hipotéticas situaciones del futuro. Muchas veces aceptar la incertidumbre es mejor.
2. Un tiempo para preocuparse: nada más efectivo que buscar un tiempo para ordenar las ideas. Como todos los hábitos requiere de práctica. Ejemplo: pensar en las soluciones de los problemas sólo por la mañana o sólo después de la siesta, nunca antes de dormir de noche. Es más fácil proponerse: “No me preocuparé más.” La manera de hacer frente a estos fantasmas es dándoles la cara.
3. Aprender a relajarse: las personas con tendencia a preocuparse en exceso tienen en la relajación un recurso para descansar de tanto agobio. Existen técnicas que, practicadas con constancia, son efectivas como, por ejemplo: ejercicios de respiración, yoga y relajación muscular progresiva.
4. Cuidar de uno mismo: no basta únicamente con satisfacer las necesidades biológicas básicas como comer o dormir. Los malos hábitos hacen física y mentalmente más vulnerables a la ansiedad.