- enero 2, 2015
Con la llegada del nuevo año, afloran nuevas promesas, (o autoengaños), que auguran una vida más sana, más feliz y más rica en conocimientos. Pero, no es cuestión ni de soñar ni de pensar. Es el momento de pasar a la acción.
Con la llegada del nuevo año, afloran nuevas promesas, (o autoengaños), que auguran una vida más sana, más feliz y más rica en conocimientos. Pero, no es cuestión ni de soñar ni de pensar. Es el momento de pasar a la acción. Por lo general, estas promesas o buenos deseos requieren voluntad y disciplina para corregir hábitos que crean problemas y cimentar nuevas estrategias que potencien el bienestar, la salud y enriquezcan el conocimiento.
Ahora bien, una vez decidido los cambios deseados, hay que pasar de la teoría a la práctica sin dilatar las planificaciones ni dispersarse. Lo más importante es abandonar la frase: “mañana empiezo sin falta”, y para ello hay que echar mano de la autoestima para reforzar la decisión y sentirse capaz de afrontar con éxito la meta.
Una vez superado este obstáculo, la ilusión, el esfuerzo y el sacrificio es la mejor compañía, no es fácil aunar la voluntad suficiente, más cuando se arrastra el cansancio y la resaca de la noche anterior.
Llevar una dieta sana. Reto difícil, más cuando la nevera está repleta de sobras del día anterior y aún queda por delante el roscón de reyes. No desesperes, se prudente con las cantidades y apuesta por frutas, verduras y pescados hervidos y a la plancha, saludables alimentos que se deben de acompañar de agua. Recuerda que estos alimentos son incompatibles con las hamburguesas, los dulces y las patatas fritas.
Desmaquillarse todas las noches. ¡Quien no se haya acostado sin desmaquillarse una noche que levante la mano! Deja a un lado excusas perezosas como estoy agotada, he llegado de madrugada a casa, a lo largo del día se me ha ido el maquillaje… No te engañes, el maquillaje no se va solo, al contrario se instala en la piel. La limpieza y tonificación es base de cualquier tratamiento de belleza. “Por la noche se produce la regeneración celular, si no se desmaquilla está abocada al envejecimiento prematuro”, explica la esteticista Felicidad Carrera.
Una hora al día para vos. La agenda laboral, social y familiar impide disfrutar de las cosas que realmente te gusta hacer. Si a esto, se suma las tareas cotidianas del hogar y las extraescolares de los hijos, no hay tiempo para uno mismo. Programa una alarma en tu móvil a la hora que más te convenga, y cuando suene, el tiempo empieza a contar para ti.
Dejar de fumar. Abandonar el tabaco solo trae beneficios, hay que tener fortaleza para resistir a la ansiedad por fumar. Empiece poco a poco, marcando pequeñas metas. Un día sin fumar, dos, tres, una semana….
A las ocho horas de apagar el pitillo el monóxido de carbono en la sangre disminuye. A los tres días, mejora la respiración. Al mes, los pulmones son más fuertes antes una infección. Día tras día, la salud mejora y también la economía.
Aprender inglés. Seguro que tenés muy claro tu razón para aprender inglés, pero si aún tenés dudas, debes saber que es el idioma más hablado del mundo, que es la lengua oficial en cuarenta y cinco países y que te permite viajar por todo el mundo. Si ya lo dominas, apostá por otro idioma, están de moda el alemán, el chino y el francés.
Leer más. Ya lo decía los abuelos: “un libro es el mejor amigo”. Y a un amigo no se le abandona, más cuando nos brinda la oportunidad de conducirnos al enriquecimiento personal, al desarrollo de la flexión y también al sosiego, además de invitarnos a conocer otras realidades, otro mundo sin movernos del sillón.
Las verduras ayudan a llevar una dieta sana.
Hacer deporte. El ejercicio reduce la ansiedad, el estrés y mejora la sensación de bienestar. Tanto el ejercicio aeróbico como el de resistencia aumenta el consumo máximo de oxígeno. Aunque a priori de pereza, a la larga se agradece.
¿Te has planteado ahorrar?. Si tras pagar la hipoteca, el seguro del coche, los recibos de la luz, el agua y el gas y la factura del supermercado, queda algo de dinero en la cuenta, intenta ahorrar para disfrutar de unas merecidas vacaciones.
Ser mejor persona. Cuando miramos a nuestro alrededor vemos injusticias, miserias y sufrimiento. Intenta ponerte en la piel de la otra persona y ayudar en lo que puedas. Recuerda que palabras de aliento y cariño son un bálsamo para paliar el dolor.