Si el deseo de Cayetana Stuart y Silva, que ha fallecido hoy en el Palacio de las Dueñas sera perpetuar el estilo que marcó María del Pilar Teresa Cayetana de Silva Álvarez de Toledo, XIII duquesa de Alba, lo ha conseguido gracias a su naturalidad, su osadía y su alma juvenil e inconformista
Fiel a vestidos de cintura marcada, medias de rejilla, mantillas, colores luminosos, adornos en el cabello y pulsera en los tobillos, Cayetana Stuart y Silva, duquesa de Alba, rompió moldes con un particular estilo que, en ocasiones, recordaba a su antecesora pintada por Goya.
Si el deseo de Cayetana Stuart y Silva, que ha fallecido hoy en el Palacio de las Dueñas de Sevilla era perpetuar el estilo que marcó María del Pilar Teresa Cayetana de Silva Álvarez de Toledo, XIII duquesa de Alba, lo ha conseguido gracias a su naturalidad, su osadía y su alma juvenil e inconformista.
Si en sus últimos años, apostó con elegancia por prendas sencillas, algunas de mercadillo de aire “hippy” y otras más exclusivas de los sevillanos Victorio&Lucchino, hubo un tiempo en el que Cayetana Stuart, una de las mujeres mejor vestida de España.
Alta costura y mercadillo
Lucía la alta costura de Pedro Rodríguez, Balenciaga, Pertegaz, Elio Berhanyer o Dior pero con el tiempo su gusto fue variando.Se enamoró de los volantes, los encajes, los colores vivos, las mantillas y las medias de rejilla. También se sentía muy cómoda con los inmaculados vestidos blancos de la moda Ad-Lib y los caftanes.
Reconocida por la revista Vanity Fair como una de las personas mejor vestidas del mundo en 2010, la duquesa ha hecho gala de su peculiar estilo con llamativos estampados, hermosas flores, chales y foulares, además de vistosas bailarinas y prendedores en su cabello rizado.
“Tardo muy poco en elegir la ropa, sé bastante bien lo que quiero en cuanto entro en una tienda”, apuntaba la duquesa de Alba en sus memorias “Los que la vida me ha enseñado”.
Su gusto por los contrastes le llevó a combinar colores rotundos y prendas de manera extraordinaria. “Es algo innato en mí, escojo lo que me gusta y rechazo lo aburrido”, señalaba.
Ni beige, ni amarillo
Detestaba ir vestida de un solo color y aborrecía el beige y el amarillo. “Jamás me he vestido de amarillo, soy tan supersticiosa con este tono como los actores”.
La duquesa no solía preparar su ropa la noche anterior, decidía función de su estado de los actos y de su ánimo. “El estilo transmite mucho de nosotros mismo. Me pongo lo que me gusta, no me visto para ser un icono de ninguna moda “, decía.
Según cuenta en su biografía, aprendió que lo que le hacía sentirse bien, era estar cómoda con el vestido y con los accesorios. ”Si estás seguro de lo que te pones, transmites un estado radiante y una sonrisa relajada”.
Siguiendo la estela de la reina Isabel que puso de moda la costumbre de lucir mantilla, Cayetana Stuart y Silva la ha exhibido bodas, corridas de toros y en la feria de Sevilla. La de color negra, la reservaba para las procesiones de Semana Santa.
En cuanto a la joyas, decía que “iban mucho más allá de su valor, en ellas van inscritos recuerdos y sentimientos íntimos y personales”.
Grandeza de España, la XVIII duquesa de Alba se ha atrevido con casi todo los estilismos. Personalidad, carisma y también muchísima seguridad, solo ella se atrevió a lucir biquini en público cumplidos los ochenta años. Genio y figura. EFE