Los diseñadores japoneses Jotaro Saito y Sansai Saito tiñeron de color la pasarela de la Mercedes-Benz Fashion Week de Tokio en un desfile conjunto de kimonos, su sello personal, que demostró que modernidad y tradición no están reñidos.
Bajo el título «2 Souls Colletion», ambos diseñadores presentaron sus propuestas para la próxima temporada primavera-verano de 2015, en la que los estampados florales son un imprescindible.
Las modelos niponas lucieron los kimonos sobre el escenario cual «kokeshi» (muñeca tradicional japonesa), deslizando sus pies suavemente y agitando con delicadeza las mangas de la prenda como si de las alas de una mariposa se tratase.
Junto a los modelos más sobrios y monocromáticos, se presentaron otros más innovadores y coloridos, en un gesto inequívoco que manifiesta la intención de ambos modistos de incorporar esta indumentaria tradicional japonesa en un espacio moderno y actual.
A ello contribuyen complementos como los bolsos de mano, «obi» (cinturón) más sencillos -que facilitan su uso-, o zapatos que recuerdan a los tradicionales «geta», pero incorporan materiales distintos a la madera para darle un toque «casual».
Los patrones clásicos, que presentan cuadros o espirales en tonos monocromáticos, se mezclan con otras propuestas en las que perros de colores resaltan su silueta sobre suaves telas blancas.
También hay lugar para el hombre en el arte del kimono, un hombre japonés contemporáneo que no pierde sus raíces, y al que la firma viste en tonos más oscuros que resaltan su masculinidad.
Jotaro Saito es actualmente el diseñador de kimono más reconocido dentro y fuera de Japón, y se trata de la tercera generación de una familia vinculada profesionalmente con la industria del kimono, como es el caso de su padre, el también diseñador Sansai Saito.
Ambos modistos son acérrimos defensores de una prenda cargada de historia, cuyo mercado se ha visto drásticamente reducido con el paso de los años, y que cada vez con más frecuencia bebe de la innovación para adaptarse a los tiempos y tendencias actuales. EFE