En septiembre tocó como pianista solista junto a la Orquesta Sinfónica de la Ciudad de Asunción (OSCA) por primera vez; sin embargo, ya dio conciertos en Italia, España, Portugal, Estados Unidos, Chile, Brasil y Argentina. Con 23 años, es una de las jóvenes pianistas paraguayas más reconocidas en el extranjero.
Es complicado determinar cuándo comenzó el amor por el piano en la vida de Chiara D’Odorico (23). Desde su misma gestación ya escuchaba obras de Bach, Brahms y Beethoven; los favorito de su madre Miriam D’Odorico (también pianista) quien para ese entonces ya había habilitado el conservatorio Clave de Sol.
Con solo dos años, Chiara la acompañaba a los conciertos de los alumnos, y trataba siempre de estar lo más cerca posible del escenario, lo que se le hacía más fácil cuando su hermano Gino estaba en escena. A los cuatro años comenzaron las lecciones de piano, y a partir de ahí ya nada más fue cuestión estudiar para que la vocación siguiera creciendo.
Al año siguiente de haber terminado el colegio (2009), y ya siendo profesora de música graduada, ingresó al Instituto Universitario Nacional del Arte de Buenos Aires para cursar la Licenciatura en Artes Musicales con orientación en piano. Estuvo ahí hasta mediados del 2013, y luego partió a Europa.
Recientemente regresó de España tras haber logrado el Máster en Interpretación Musical en la Escuela Superior de Música de Cataluña. Su objetivo es ser la mejor intérprete que pueda ser, es decir, trasmitir las obras de los compositores con el alma, el corazón y el cuerpo, dejando a la audiencia extasiada con el sonido del piano. Lo suyo es un estilo de vida que conjuga profesión y diversión, una vida rendida a la música.
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Texto: Jazmín Gómez Fleitas
Fotos: Javier Valdez
Estilismo: Fabián Da Silva
Producción: Myriam Dujak