- septiembre 28, 2014
El momento del «sí», que se produjo este sábado durante una fiesta en el Hotel Aman de Venecia, ha sido sin duda el secreto mejor guardado de la boda entre el actor estadounidense George Clooney y la abogada británica de origen libanés Amal Alamuddin.
Todos aquellos que trabajaban en la organización del evento tuvieron que firmar cláusulas de confidencialidad y por ello nadie supo hasta el final cuándo se casaría realmente la pareja.
Clooney se salió con la suya despistando a los cientos de periodistas que estos días invadieron Venecia en busca de detalles y fotografías de la boda.
La noticia la dio durante la noche del sábado el jefe de relaciones públicas del actor, Stan Rosenfield, al anunciar que Clooney y Alamuddin se habían intercambiado las promesas de matrimonio en una ceremonia en el Hotel Aman de Venecia.
Una ceremonia que no tiene validez legal en Italia, por lo que mañana, lunes, sobre las 12.00 hora local (10.00 GMT) tendrán que acudir al Ayuntamiento de Venecia para firmar las actas.
Nadie se esperaba que lo que se creía era una cena con los invitados en el lujoso jardín del Palazzo Papadopoli, del siglo XVI, y ahora hotel de 7 estrellas que se asoma al Gran Canal, fuera una ceremonia de boda.
Según los medios italianos, la ceremonia fue celebrada en inglés por Walter Veltroni, exalcalde de Roma, exsecretario nacional del Partido Demócrata y amigo de Clooney, para quien se trata de su segundo matrimonio.
Aunque nadie ha podido ver fotos del enlace, ya que Clooney también prohibió el uso de teléfonos móviles o tablets, se dice que Alamuddin iba vestida de blanco con un diseño de Sarah Burton, de la firma Alexander McQueen, la diseñadora que vistió a Catalina Middleton para su boda con el príncipe Guillermo de Inglaterra.
A la estrella de Hollywood se la vio llegar al Hotel Aman, donde se alojaba la abogada dedicada a los derechos humanos, sobre las 19.00 hora local vestido con un elegante esmoquin de Armani y pajarita a bordo del taxi acuático «Amore», el que ha estado utilizando la pareja en su estancia en Venecia.
Clooney llegó acompañado de su padre, Nick, y seguido por decenas de lanchas con otros invitados, y de reporteros gráficos, y saludó con la mano y sonriendo a todos.
En el atraque que da acceso al Hotel Aman se había colocado una estructura cubierta de tela marrón para impedir que los invitados fueran fotografiados.
Entre los invitados a la ceremonia se pudo ver en Venecia a su compañero de reparto en varias películas Matt Damon y a la modelo Cindy Crawford con su marido, Rande Gerber, quien se cree fue el padrino de bodas de Clooney.
Se esperaba más presencia de Hollywood en la considerada boda del año, ya que sólo se dejaron ver la actriz Ellen Barkin y los actores Grant Heslov y Miguel Ferrer, mientras que no llegaron a la Ciudad de los Canales ni los recién casados Brad Pitt y Angelina Jolie, ni Sandra Bullock o Cate Blanchett.
Quien si se dejó ver en varias ocasiones fue la directora de Vogue, Anna Wintour, la revista que publicará en exclusiva todas las fotografías de la boda y el dinero será destinado a las víctimas de Darfur (Sudán).
El gran salón del Hotel Aman fue cubierto de rosas blancas para la ocasión y una orquesta de arcos y un trío de jazz amenizaron la velada.
Según la prensa italiana, el propio Clooney fue el encargado de cantar a su esposa «When I fall in Love», de Nat King Cole.
Hoy se ha organizado una comida en el lujoso e histórico Hotel Cipriani para los invitados que deseen asistir. EFE