H&M celebra una década de colaboraciones con diseñadores como Lanvin, Marni, Isabel Marant o Karl Lagerfeld.
A la mítica colaboración entre Karl Lagerfeld y H&M, en 2004, le siguieron nueve más; Marni, Cavalli, Versace, Lanvin o Alex Wang, el último diseñador en crear una colección para la firma sueca, también decidieron poner la moda más bella, inaccesible y lujosa del mundo al alcance del gran público.
Alexander Wang, director creativo de Balenciaga, es el nuevo fichaje de H&M para festejar sus diez años de colaboraciones con renombrados diseñadores de la alta costura, que ponen sus diseños, muchas veces en primicia, “al alcance de más personas”, explica a Efe Estilo la asesora creativa de H&M, Margareta van den Bosch.
Wang, un visionario moderno amante de las prendas “sport” y urbanas, no tan innovadoras como bien ejecutadas, considera que, efectivamente, no tiene “una visión rebuscada de la moda”, explica en una entrevista concedida a la multinacional sueca, aunque su éxito -en armarios célebres y anónimos- se explica por la simplicidad lujosa de sus creaciones, enfocadas con pragmatismo.
Look sport, pero elegante
La colaboración entre H&M y Wang escribirá “un nuevo capítulo” en la historia del director creativo de Balenciaga
Durante la reciente Semana de la Moda de Nueva York, Wang presentó una colección primavera-verano plagada de cuero, mallas y goma para reafirmar ese “look” suyo que rebusca en lo urbano sin renunciar a la elegancia de una prenda monocromática blanca o negra.
Sus diseños desfilaron ante la atenta mirada de una de sus musas, Rihanna, quien apareció hace unos días vestida con un “top” de manga larga y unas mallas a juego diseñados por Alex Wang para H&M, dentro de la colección que se pondrá a la venta el 6 de noviembre.
Sus creaciones para H&M prometen “ser fantásticas”, adelanta van den Bosch, aunque la marca declina ofrecer más detalles sobre cómo serán esas prendas que escribirán, en palabras del propio Wang, “un nuevo capítulo” en su historia como diseñador, un recorrido joven -solo tiene 30 años- que ha consistido en transformar su energía vital (dicen que siempre está sonriendo) en creatividad desmedida.
Aunque a Wang no le ha bastado la suerte y el talento para forjar su propio imperio; su asentado concepto sobre la ética en el trabajo y el valor del esfuerzo le han ayudado. “Si quieres algo en la vida, has de ir a por ello y hacerlo tú mismo”, dice en la entrevista.
Una década de buenas relaciones
Su trabajo es el último de una década de relaciones entre H&M, competencia directa de Inditex, y diseñadores como Stella McCartney (2005), Viktor & Rolf (2006), Roberto Cavalli (2007), Comme des Garçons (2008), Matthew Williamson y Jimmy Choo (2009), Lanvin y Sonia Rykiel (2010), Versace (2011), Marni y Maison Martin Margiela (2012) o Isabel Marant, que en 2013 lanzó una colección muy tribal.
“Queríamos sorprender a nuestros clientes haciendo algo totalmente diferente. Alguien sugirió que intentásemos una colaboración con un buen diseñador y llamamos a Karl Lagerfeld, quien aceptó enseguida”, cuenta Margareta van den Bosch sobre el origen de esta iniciativa que facilita el acceso a la moda de lujo.
Para la firma es difícil elegir entre el romanticismo de la propuesta de Viktor & Rolf, entre el glamur exacerbado de Roberto Cavalli o entre el toque artístico japonés de Comme des Garçons.
Todas estas colaboraciones “han sido exitosas”, concluye van den Bosch; “las prendas de Cavalli e Isabel Marant se agotaron muy rápido, mientras que, en el caso de Versace, la colección para hombre se vendió antes que la línea de mujer en algunas tiendas”, añade sobre esta década de trabajo con algunos de los más grandes, que ha permitido a la firma sueca desvincular buena moda y dinero.
La casa sueca ha pretendido demostrar, en estos diez años, que “el diseño no es cuestión de precio”, y mucho menos un coto privado “de las élites”.
“Ver estos dos mundos unidos ha sido lo mejor de esta década”, explica H&M en su revista de otoño. Y, aunque no adelantan quiénes serán los próximos en diseñar para la firma, Margareta van den Bosch admite que incluir a un español “podría ser una idea interesante”. EFE.