Manuel García, alma mater de la firma de hombre García Madrid, es el último fichaje de la Asociación Creadores de Moda de España (ACME) y uno de escasos ejemplos de éxito comercial y creativo del desolador panorama español, que ahora prepara la apertura de su primera tienda fuera de España, en Chile.
«Hacemos lo que nos gusta, pero necesitamos vivir de ello. Si no vendo, no como», explica en una entrevista con Efe Estilo el diseñador y empresario, que ha conseguido aunar éxito comercial y creatividad en plena crisis, con su pequeña firma de diseño de hombre.
Si la tónica entre los diseñadores españoles de pasarela es no tener tienda y centrarse en los encargos a medida para ocasiones especiales, la experiencia de García Madrid es justo la contraria.
Tras varios temporadas vendiendo sus diseños en dos tiendas propias en la capital y a través de su web, ha dado el salto a la pasarela independiente; una vez asentado en el mercado español, su prioridad es el mercado extranjero, pero no el europeo, ya que está «muy saturado» y tiene «mucha competencia».
La primera tienda de García Madrid fuera de España estará en Santiago de Chile, en el barrio de Vitacura, y el socio con el que han firmado el acuerdo tendrá la exclusividad de la firma en el país latinoamericano.
García Madrid ha conseguido este pequeño logro tras años metido en la industria: de pequeño se crió bajo una máquina de coser, en el taller de su familia y, aunque luego se decantó por los estudios de empresariales, a los 25 abrió una tienda de ropa.
Años después, comenzó a producir para pequeñas marcas y a hacer proyectos por su cuenta. En resumen, conoce el sector desde el punto de vista de todas las etapas de creación y distribución de la prenda.
«Me di cuenta que mis clientes me pedían cosas que el mercado no tenía, además tenía una visión global -comercial, producción, ferias, showroom y tienda-, y fue como hacer un sofrito, fui colocando las piezas y así salió la firma», detalla.
Frente a la imagen frívola y superficial general, García tiene una visión de la creación con los pies en la tierra, muy apegado a lo comercial: «Yo no estoy flipando esperando que me baje la inspiración, me encanta estar en tienda y conocer al cliente, a otros les encanta ir a las fiestas, a mí a los talleres».
El pilar de García Madrid es la recuperación del trabajo tradicional de sastrería, pero con un toque moderno. El traje de chaqueta es el eje de sus colecciones, aunque alejado del estilo señorial: perneras más ajustadas, solapas estilizadas y camisas con estampados contemporáneos.
«Nuestro cliente -argumenta- es un chico con inquietudes, que quiere destacar sin ser extravagante, ir guapo y actual, y que agradece mucho el trato personal».
Compra sus tejidos a los mismos proveedores que Prada, Armarni y Gucci, y fabrica en los mismos talleres que Alexander McQueen y Paul Smith, en España, Italia y Portugal.
Para la próxima colección, que se presentará en enero de 2015, mantendrá el énfasis en la sastrería, pero abrirá las puertas al «sport», con prendas «urbanas» que sean «cómodas y fáciles de llevar, pero muy elaboradas y estudiadas».
«Estamos dando una visión global del armario del hombre», argumenta García, que abre su registro sastre a este tipo de prendas, no por decisión de las musas, sino en respuesta a las peticiones de su cliente, porque éste, reitera, es «el que marca el ritmo de la marca». EFE