El preso estadounidense cuya belleza ha revolucionado las redes sociales los últimos días, Jeremy Meeks, ha pedido al juez que lleva su caso que impida que la prensa le vea vestido con el uniforme carcelario en la vista oral prevista para la próxima semana, informó hoy el portal TMZ.
Meeks había solicitado previamente al tribunal de la localidad californiana de Stockton (EE.UU.) que le permitiera cambiar el traje naranja y las esposas habituales en las comparecencias judiciales por un traje a medida “que se ajuste a su estructura corporal”, según la documentación presentada por su abogado.
El juez denegó esa posibilidad, por lo que Meeks, de 30 años, decidió que si tenía que vestir como un preso común entonces no quería que los medios de comunicación inmortalizaran esa imagen.
Curriculum delictivo
Meeks fue arrestado por la Policía de Stockton el pasado 18 de junio en una operación en la que otras tres personas resultaron detenidas, en todos los casos por supuesta posesión de armas.
El retrato policial que tomaron los agentes en comisaría cuando formalizaron la detención fue publicado en la página de Facebook de ese departamento para dar a conocer a los ciudadanos que la intervención había tenido lugar, un procedimiento habitual de comunicación pública de las autoridades de Stockton.
Su imagen, sin embargo, llamó la atención de los internautas por su estética y así comenzó la alabanza a la belleza del convicto hasta convertirse en un fenómeno viral.
A día de hoy su retrato tiene más de 101.000 “me gusta” y ha generado más de 26.700 comentarios del orden de “Wauuuuu”, “Oh Dios mío”, “qué bello” o “qué lindo”, mientras que otros criticaban a sus admiradores por ensalzar a un delincuente.
Meeks ya fue sentenciado en 2002 a dos años de cárcel por atacar y robar a un adolescente en California y posteriormente admitió pertenecer a una pandilla callejera conocida como Northside Gangster Crip.
En 2007 se trasladó al estado de Washington y volvió a ser arrestado por intento de robo y resistencia a la autoridad, motivo por el cual volvió a entrar en prisión.
Ahora se enfrenta a un total de once cargos relacionados con la posesión ilegal de armas.
En el cielo virtual
Su repentina popularidad despertó interés por explotar comercialmente su imagen y a finales del mes pasado consiguió una representante, Gina Rodríguez, de GR Media Firm, y firmó un contrato de 30.000 dólares con una agencia de modelos angelina, Blaze Modelz.
Desde entonces, Rodríguez indicó que había recibido amenazas de muerte.
Meeks ha recibido ya ofertas de empresas que se dedican a eliminar tatuajes -tiene varios en su cuerpo, entre ellos en el cuello y en la cara- que estaría dispuesta a tratarlo gratuitamente y a abonar parte de su fianza para que salga a la calle mientras el juez determina su futuro.
La fianza que pesa sobre Meeks es de 900.000 dólares y comparecerá en la Corte el próximo 8 de julio. EFE