- julio 4, 2014
La ex rehén colombo-francesa de las FARC Íngrid Betancourt presentó este jueves en París su primera novela de ficción, «La ligne bleue» («La línea azul»), ambientada en los años de la dictadura argentina.
Betancourt, que estuvo más de seis años secuestrada por la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), expresó su emoción durante el acto celebrado en el Consulado colombiano de París, al tratarse de la primera vez después de su liberación que se presentaba «ante una audiencia colombiana».
«Nosotros no somos lo que nos sucede, somos cómo reaccionamos con lo que nos acontece», señaló la franco-colombiana como una de las reflexiones que quiere provocar a los lectores de «La línea azul», una novela «de aventuras y amor».
Los personajes del libro se ubican en la dictadura argentina de los años setenta del pasado siglo porque, según la ex candidata a la presidencia de Colombia y actual estudiante de Teología en Oxford (Reino Unido), «descubrió un movimiento de revolucionarios católicos» que la inspiró.
«Creía que catolicismo y revolución eran antonómicos», explicó la autora, que encontró «al epítemo del romanticismo», un cura llamado Carlos Múgica que se convirtió en guía espiritual de las juventudes católicas de Buenos Aires en la década de los setenta.
Durante unas vacaciones en Australia, Betancourt conoció a una mujer francesa que formó parte del grupo de guerrilleros de la influencia de Múgica, conocido como los Montoneros.
En el relato biográfico de esta mujer se inspira el personaje central de la novela, Julia, una joven que se enamora de un jefe de los Montoneros y que termina arrestada y torturada en una prisión argentina.
«A ella la secuestró la derecha y a mí la izquierda», indicó Betancourt, que sostiene que el análisis fundamental es que no importa el bando que ejerza a represión.
Francia acoge a Julia, adonde logra escapar, según adelantó Betancourt, «uno de los países sintonizados en ayudar a una juventud que se hizo masacrar».
La protagonista tiene el don de «ver el futuro a través de los ojos de los demás», porque la escritora buscó aportar un toque de magia a la historia, puesto que «en el mundo en el que vivimos la ciencia nos cortó las alas».
Este libro es la primera incursión de Betancourt en la novela de ficción, tras presentar en 2010 una obra autobiográfica sobre su secuestro en la jungla colombiana titulada «No hay silencio que no termine».
«El relato del cautiverio fue emocionalmente difícil», confesó la autora que, sin embargo comparó la escritura de «La línea azul», como un juego que le permitió navegar por su imaginación.
La edición en español se espera, según Betancourt, para finales de este año, y admitió no saber escribir en ese idioma, en el que su estilo literario se vuelve «muy rígido y técnico».
Respecto a su carrera política, afirmó no haber cerrado la puerta, aunque ahora no se siente necesaria en Colombia porque está satisfecha con el actual Gobierno. EFE