- junio 23, 2014
La primera dama de EE.UU., Michelle Obama, aceptó agradecida las condiciones en su primer trabajo pero con el tiempo se volvió más exigente y recomienda ahora a las jóvenes negociar duro sus sueldos y ser conscientes de lo mucho que valen.
«Creo que ese es uno de los desafíos que afrontan las mujeres, no pensamos lo suficiente en el salario. Cuando me contrataron en mi firma (de abogados), me sentí agradecida. Ni se me pasó por la cabeza negociar», asegura Michelle Obama en una entrevista con la revista Parade que aparece en la página web de la publicación.
La entrevista conjunta con el presidente Barack Obama sale a la luz en vísperas de la Cumbre de Familias Trabajadoras auspiciada por la Casa Blanca que se celebrará el próximo lunes en Washington.
Michelle Obama dice que las mujeres «no negocian para ellas, no negocian duro». La primera vez que cayó en la cuenta fue cuando tuvo a su primera hija, Malia.
«Después de algún tiempo solicité un trabajo a media jornada (en la Universidad de Chicago)», recordó la primera dama, quien asegura que acabó haciendo prácticamente el mismo trabajo que a jornada completa pero cobrando menos.
«Esa fue la primera vez que me dí cuenta de que nunca volvería a trabajar a media jornada porque ese no es un buen acuerdo para una mujer», afirmó.
Cuando tuvo a su segunda hija, Sasha, las cosas cambiaron. La abogada de 50 años llevó a la niña a la entrevista porque no tenía niñera y le dijo al que se convertiría en su jefe que trabajaría duro pero necesitaba flexibilidad.
«Tengo dos niñas pequeñas. Mi marido está compitiendo por un escaño en el Senado de EE.UU. No estoy dispuesta a trabajar a media jornada. Necesito flexibilidad. Necesito un buen salario para poder pagar a una niñera (…) Puedo trabajar duro con un horario flexible», recuerda haberle dicho Michelle Obama al entrevistador.
Su jefe aceptó las condiciones.
Cuando la entrevistadora de Parade bromeó que debería de trabajar de «agente» de mujeres trabajadoras, Michelle Obama no dudó en ofrecer consejo gratis: «Esto es lo que les recomiendo a las chicas jóvenes: Negociad duro y sabed lo que valéis».
Según el centro de estudios Pew Research Center, la cifra de mujeres en hogares con niños menores de 18 años que, o bien sostienen solas el hogar, o son la principal fuente de sustento, ha alcanzado en Estados Unidos la cifra récord del 40 %.
Obama, que se ha convertido en un firme defensor de la igualdad de salario entre hombres y mujeres, reconoció en la entrevista que para él se trata de una campaña personal, ya que no quiere que sus dos hijas sean discriminadas en función de su género.
«Cada vez que conozco a una niña pequeña pienso en Sasha y Malia y en la posibilidad de que puedan ser tratadas de forma diferente, atrapadas, que no les paguen lo suficiente», afirmó el presidente.
Tanto Obama como la primera dama estuvieron empleados en trabajos mal pagados antes de adquirir una buena educación en las mejores universidades del país. EFE
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