- abril 14, 2014
La Comisión Europea (CE) alertó este lunes de que, pese a las notables mejoras conseguidas en materia de igualdad de género en los últimos años, las mujeres cobran en la Unión Europea (UE) un 16 % menos que los hombres, pese a que el 60 % de los titulados universitarios son mujeres.
«Asegurar la igualdad de oportunidades para todos es vital para la economía de la Unión Europea. Utilizar los mejores cerebros europeos tiene sentido económico», señaló en rueda de prensa la vicepresidenta de la CE y comisaria europea de Justicia, Viviane Reding.
En España la diferencia salarial entre hombres y mujeres es de un 18 %, por debajo del máximo del 30 % de Estonia y por encima del mínimo del 3 % de Eslovenia.
Otros países como Alemania, el Reino Unido, Francia, e Italia presentan brechas salariales del 22 %, 19 %, 15 % y 7 %, respectivamente.
La comisaria Reding recordó que la UE lleva 50 años promocionando la igualdad de género y se mostró satisfecha con los avances, aunque subrayó que éstos han sido casi inexistentes en cuanto a la inclusión de mujeres en las juntas directivas de las empresas.
Celebró, no obstante, que en los últimos cuatro años y ante la presión ejercida desde Bruselas la presencia de directoras en las compañías haya pasado del 11 % al 18 %, una mejora cuatro veces más elevada que la registrada entre 2003 y 2010.
Sin embargo, las mujeres representan solo el 2,8 % de los consejeros delegados, el 27 % de los ministros de Gobierno y el 27 % de los parlamentarios nacionales.
Estos datos forman parte del informe anual sobre igualdad de género que hoy ha publicado el Ejecutivo comunitario, en el que también se observa que las mujeres son las que más suelen trabajar a tiempo parcial (un 32 %, frente a un 8,2 % en el caso de los hombres) e interrumpir su carrera laboral para cuidar a otras personas.
Como consecuencia de esta realidad, la brecha detectada entre hombre y mujeres en las pensiones se eleva hasta el 39 %.
En España la diferencia en materia de pensiones llega al 33 %, frente al máximo del 46 % de Luxemburgo y al mínimo del 3 % de Estonia.
Alemania es el segundo país de la UE tras Luxemburgo donde la diferencia de las pensiones que perciben hombres y mujeres es mayor (44 %), por encima pero no a muchas distancia de Reino Unido (41 %), Francia (37 %), e Italia (33 %).
En cuanto a la tasa de empleo, Bruselas explica que la proporción de mujeres con trabajo ha aumentado hasta el 63 %, frente al 75 % para los hombres, pero subraya que la reducción de la diferencia también se debe a que el paro masculino ha crecido con motivo de la crisis económica.
Por países, el país de la UE que acusa mayores desequilibrios de género en el empleo es Malta, donde la brecha entre el número de hombre y mujeres empleados es del 29 %, frente al 4 % de Finlandia y Lituania.
En España la diferencia es de un 11 % (53 % de mujeres empleadas, frente al 64 % de hombres), por debajo de países como el Reino Unido (12 %) e Italia (21 %), pero por encima de la brecha registrada en Alemania (10 %) y Francia (8 %).
En materia de trabajo no remunerado en el hogar y la familia, las mujeres soportan una carga mayor que los hombre al dedicar una media de 26 horas semanales al cuidado de los hijos y las tareas domésticas, en comparación con las 9 horas de los hombres.
La CE señala también que las viudas y los cabezas de familias monoparentales -en su mayoría madres- constituyen un grupo particularmente vulnerable y más de una tercera parte de las familias monoparentales carecen de ingresos suficientes, advierte la CE.
Recuerda, por otro lado, que según la primera encuesta a escala de la UE sobre la violencia de género, llevada a cabo por la Agencia de Derechos Fundamentales de la Unión Europea (FRA) y basada en entrevistas a 42.000 mujeres, una de cada tres mujeres (33 %) ha sido víctima de violencia física o sexual desde la edad de 15 años.
En paralelo, la Comisión presentó hoy su cuarto informe anual de la aplicación de la Carta de los Derechos Fundamentales de la UE, en el que se muestra que el Tribunal de Justicia de la UE aplica este instrumento cada vez más en sus resoluciones y los jueces nacionales son cada vez más conscientes de su repercusión. EFE