Epilepsia: síntomas y tratamientos

  • El 26 de marzo de cada año se celebra el Día Mundial de la Epilepsia, fecha acordada por la comunidad médica internacional y cuyo objetivo es informar qué es la epilepsia y acabar con los mitos que rodean la enfermedad. Una de las acciones de este día es vestir de color púrpura en apoyo a las personas que tienen este padecimiento.

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    El origen del día púrpura nación en 2008 como una propuesta de Cassidy Megan, una niña canadiense de nueve años, según informa IPParaguay. El color púrpura fue elegido debido a que la flor de lavanda se asocia con la soledad, sentimiento representativo del aislamiento que enfrentan las personas con epilepsia. La intención de Cassidy era que todas las personas con epilepsia en el mundo sepan que no están solas.

    La epilepsia es el tercer trastorno neurológico más frecuente y se calcula que a nivel mundial existe entre el 1 y el 2 por ciento de personas con epilepsia y en México hay cerca de 2 millones de personas que padecen esta enfermedad.

    De acuerdo con la OMS, las cifras que arroja este padecimiento son impresionantes:

    En el mundo hay aproximadamente 50 millones de personas con epilepsia

    Cerca del 80 por ciento de los pacientes con esta enfermedad proceden de las regiones en vías de desarrollo.

    La epilepsia responde al tratamiento en un 70 por cietno de los casos, pero alrededor de tres cuartas partes de los afectados en países en desarrollo no reciben el tratamiento que necesitan.

    Los pacientes y sus familias pueden ser víctimas de la estigmatización y la discriminación en muchas partes del mundo.

    ¿Qué es la epilepsia?

    Se trata de una enfermedad cerebral crónica que afecta a personas en todos los países y se caracteriza por convulsiones recurrentes, es decir, episodios de contracciones musculares involuntarias que afectan parte o todo el cuerpo. Estas ocurren por una descarga excesiva de las neuronas cerebrales. Con frecuencia las convulsiones van acompañadas con la pérdida de la conciencia y del control de esfínteres.

    Un «ataque epiléptico» puede ser tan sutil como desconectarse o perder la noción por pocos segundos, percibir alguna sensación extraña en el  abdomen, sentir que ya se vivió antes una situación, presentar sacudidas involuntarias y momentáneas de una extremidad, o presentarse algo tan impactante como una convulsión de todo el cuerpo en la que la persona pierde la conciencia, se pone «tiesa» por varios segundos y luego se sacude rítmica y violentamente de las cuatro extremidades, se pone morada, se muerde la lengua y produce mucha salivación y flemas que le pueden obstruir la vía de la respiración.

    Sus síntomas son los siguientes:

    Los ataques son variables (dependen de la zona del cerebro donde comienza el trastorno y de su propagación).

    Puede haber síntomas transitorios: pérdida del conocimiento, trastornos de los sentidos (visión, oído y olfato), alteración del humor y la función mental.

    Debido a las convulsiones son frecuentes problemas físicos: fracturas y moretones.

    También afecta la autoestima y pueden producirse problemas psicosociales como la ansiedad o la depresión.

    ¿Qué provoca la epilepsia?

    La epilepsia más común es la del tipo idiopática, la cual no tiene una causa identificable. En otros casos puede deberse a alteraciones genéticas y se le denomina epilepsia sintomática o secundaria. En este sector pueden encontrarse causas como:

    Daño cerebral ocasionada por asfixia o traumatismos durante el parto o bajo peso al nacer.

    Malformaciones congénitas

    Traumatismos craneoencefálicos graves

    Accidentes cerebrales graves (falta de oxígeno en el cerebro)

    Infecciones cerebrales

    Síndromes genéticos

    Tumores cerebrales

    No es contagioso

    Es importante destacar que esta afección neurológica no es contagiosa ni está causada por ningún fenómeno sobrenatural, ni castigo divino como antiguamente se le consideraba. Algunas personas con retraso mental pueden experimentar ataques epilépticos, pero tener estos ataques no implica necesariamente el desarrollo de una deficiencia mental.

    Tratamiento

    Hasta un 70 por ciento de niños y adultos diagnosticados con epilepsia pueden tratarse con éxito y control absoluto de sus convulsiones. Al principio se utilizan fármacos anticonvulsionantes, los cuales pueden ser retirados al cabo de 2 a 5 años.

     

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