Mucho más que ropa, peinados, maquillaje o accesorios: el «vintage» es un estilo de vida cada vez más popular en Portugal, especialmente en Lisboa, donde proliferan las tiendas que recuperan las tendencias de entre los años 20 y 80.
Moda, decoración, pasatiempos y hasta la alimentación más alternativa, son marcas de un estilo que causa furor en la capital portuguesa, en la que cada día conquista nuevos adeptos.
«De pequeña me acuerdo de ver fotografías con mi abuela y adorar toda la magia de aquellos años», cuenta a EFE Madalena Costa, de 23 años, una de las grandes fans de esta tendencia y empleada de una de las numerosas tiendas dedicadas a ella.
Desde que dejó la isla de las Azores en la que nació, descubrió en Lisboa todo un mundo dedicado al «vintage» y hace ya cuatro años que no sale a la calle sin arreglarse acorde con el estilo.
«Tardo lo mismo que otra persona en arreglarme para salir, es algo natural para mí», explica la joven, habituada a los rulos y la laca para peinarse.
Madalena comparte su pasión con un grupo de amigos con los que explora la capital portuguesa en busca de sitios y eventos dedicados a otras épocas.
«Trato de frecuentar todo lo que hay sobre ‘vintage’ en Lisboa», relata Madalena, quien ya está acostumbrada a las miradas de curiosos con los que se cruza e la calle.
«Me preguntan con frecuencia dónde compro la ropa o cómo me peino», añade.
Cuando decidió sumarse a esta moda pensó que tendría que cambiar todo su armario pero «había muchas cosas que podía adaptar», explica, antes de precisar que mezcla alguna prenda moderna con otras antiguas compradas muchas veces en tiendas de segunda mano.
La joven trabaja en una de las tiendas que vende productos «vintage» más conocidas, en el centro de la capital, donde cada vez son más los establecimientos de este tipo.
«Lo ‘vintage’ está de moda», relata la gerente del local Raquel Corrêa, antes de precisar que entre sus clientas figuran mujeres que quieren marcar la diferencia cuando salen el fin de semana, en despedidas de solteras o en bodas.
Cuando llegan a la tienda, «las personas se quedan fascinadas con nuestro mobiliario», según Raquel, quien explica que los jóvenes comienzan a sumarse a este estilo pese a que todavía sigue teniendo más adeptos entre la gente de 50 a 60 años.
En la zona del barrio alto lisboeta, se encuentra una de las tiendas «vintage» más conocidas de la ciudad, porque vende artículos que pertenecieron a famosos y discos de vinilo.
Hay algunas a las que puede acudir cualquier persona para vender su ropa más antigua y otras que, además de comercializar ropa y accesorios «vintage», tienen un servicio de alquiler de prendas para teatro, danza, ópera, cine, televisión, publicidad y animación cultural. EFE