Una vez más, el juego de la superposición de prendas está presente en las propuesta de día y de noche. La novedad: ausencia de tacones y botas para todos y para cualquier momento día con calcetines y medias.
La programación de la Mercedes-Benz FashionWeek Madrid echó el cierre al apartado de diseñadores veteranos con las propuestas de David Delfín, que ha revisitado sus archivos, y cede su espacio a la pasarela de los jóvenes de El Ego.
David Delfín desempolvó sus archivos para subir a la pasarela madrileña una colección con piezas que han sido importantes a lo largo de su trayectoria, un estudio a sí mismo que les permite acercarse aún más a sus clientes y satisfacer sus gustos.
La cuarta jornada de la pasarela madrileña comenzó con «No one», la nueva colección de David Delfín para el próximo otoño-invierno 2014/2015, en la que explica: «Desarrollo el tráfico de influencias que existe entre Pelayo Díaz y yo. El me influye y yo le influyo. Es un desfile dedicado a él».
Tras un periodo de reflexión, Delfín, que se saltó la edición anterior de la pasarela porque «necesitaba pensar» el por qué de su trabajo, vuelve a la pasarela madrileña con una serie de coloristas piezas masculinas y femeninas de siluetas rectas que se ciñen al cuerpo con cintas de colores de velcro.
Prendas que mantienen la esencia y filosofía de la firma. Algunas, tras un estudio han evolucionado, así se ven abrigos con detalles de alta montaña y pinceladas de «snowboard». Otras son una revisión de ediciones anteriores como la camisa «Narciso» -dos camisas invertidas, a modo de espejo-.
Por una escalera metálica, las modelos bajaron hasta la pasarela para exhibir unos vestidos estampados con bacterias en blanco sobre negro, y negro sobre blanco, y otra serie de vestiditos con faldas plisadas, pantalones cortos con el tiro muy largo y trajes de chaqueta.
«Mi estilismo favorito ha sido un vestido largo de aire monacal conjuntado con una americana», contó.
Una vez más, el juego de la superposición de prendas está presente en las propuesta de día y de noche. La novedad: ausencia de tacones y botas para todos y para cualquier momento día con calcetines y medias.
Entre los complementos de hallaban los bolsos creados por su pareja Pelayo Díaz que contenía mosquetones y cuerdas de alpinismo, unos recursos que ya se vieron en los accesorios de Ana Locking.
Después, Hannibal Laguna también ha revisado su trabajo de veintiocho años para crear sus nueva línea de cóctel y noche. «Estos vestidos son fruto de un diálogo con mis clientas, de escuchar sus necesidades», dijo.
Buena, bonita y barata, es decir de calidad y con precios ajustados, ha sido la colección de Juanjo Oliva, diseñador que hoy ha subido a la pasarela una serie de piezas en clave deportiva, idea para una mujer que demanda, calidad, diseño y precio.
«Antes jamás hablaba de precios, pero ahora fundamental», ha indicó a Efe Estilo el diseñador sobre una colección de la que se siente muy «orgulloso» y «enamorado», de hecho se llama «Fall winter in love».
Oliva ha partido de unos «códigos muy deportivos», que ha llevado a la noche, para elaborar cómodas sudaderas, abrigos armados, trencas con bolsillos XL de parche, y desenfadados pantalones «jogging», todo ello teñido con el colorido del expresionismo de Esteban Vicente.
Junto a este surtido para las ocasiones más «casual», ha revisado sus afamados vestidos de noche, a los que ha aportado un «punto macarra» con cremalleras doradas que invitan a mostrar escote, pierna y espalda en función del estado de ánimo y la ocasión.
Carlos Diez concibe los patrones de nocturnos para ir a bailar, a romper la noche. «Me encanta la cultura del club», ha señalado el diseñador que ha mostrado una serie de monos, capas XXL y camisas y pantalones naranjas y verdes confeccionados en nylon con lurex.
María Escoté ha decidido viajar este año hasta el lejano Texas de donde ha extraído unos estampados «kitsch», que le han servido para renovar propuestas que ya se vieron la temporada pasada, como la cazadora «biker», y los minivestidos de lycra, que tanto gustan a la cantante Miley Cyrus y Katy Perry. EFE