El joven vietnamita creador de “Flappy Bird”, uno de los juegos para teléfono móvil más vendidos las últimas semanas, lo retiró del mercado pese a ganar 50.000 dólares (36.600 euros) diarios, porque “le está arruinando la vida”, informó a la prensa local.
“Ya no aguanto más. El juego está arruinando mi vida sencilla. Por eso lo odio”, declaró Nguyen Ha Dong, de 29 años y residente en Hanoi, en un mensaje publicado en su cuenta de Twitter antes de retirar el juego, según el diario Tuoi Tre.
La aplicación fue descargada por 60 millones de usuarios en todo el mundo en las últimas semanas, y el joven estaba ganando gracias a él en torno a 50.000 dólares al día gracias a la publicidad.
Este adictivo juego tiene como protagonista a un pájaro que debe ir cruzando estrechos pasadizos y esquivando enemigos y que pierde altura en cuanto el usuario deja de golpear la pantalla del teléfono.
Antes de retirar la aplicación, el joven programador lamentó la repercusión que cosechó en la prensa local e internacional. “Los periodistas están sobrevalorando mi juego. Es algo que nunca he querido. Por favor, quiero paz”, declaró.
El joven también insistió en su cuenta en que el juego no está en venta para nadie y que simplemente quiere seguir haciendo su trabajo sin tanto ruido a su alrededor.
Ante las especulaciones surgidas en la red sobre una posible infracción de derechos de propiedad, Ha Dong aclaró que la retirada del producto no tiene nada que ver con problemas jurídicos. “No tiene nada que ver con asuntos legales. Es solo que ya no lo puedo aguantar”, señaló.
Algunos podrían pensar que el hecho de que copie de forma descarada algunos elementos visuales del Super Mario de Nintendo pudieron motivar su retirada, pero su creador dejó claro que no es por cuestiones legales.
Según explica Dong en su cuenta de Twitter, lleva 10 años programando juegos por sí mismo, pero no tiene por costumbre venderlos, y aunque celebra el éxito de Flappy Bird tampoco niega que está arruinando su vida sencilla. “No puedo aguantarlo más”, escribía Dong pocas horas antes de eliminar su juego de las plataformas digitales de Google y Apple.
Desde entonces, solamente aquellos que ya lo tenían en su móvil podrán seguir dando saltos y esquivando tuberías con el pequeño pájaro. Su creador ya dijo que seguirá creando videojuegos para móviles.
Flappy Bird demuestra que, el triunfo de un juego no depende tanto de que cuente con buenas ideas, sino de que sea tocado por la varita mágica del boca a oreja que son hoy en día las redes sociales. EFE